El gobierno de Turquía ofrece 500 mil dólares por la captura de Enes Freedom, originalmente llamado Enes Kanter. De hecho, el trato que se le da al jugador en su país de nacimiento es de “terrorista”.
Enes jugó su último partido en la NBA el 8 de febrero del año pasado, mide 2.08 metros y tiene 30 años. No obstante, su carrera tuvo un auge de popularidad desde 2016 por temas políticos.
Su consideración como “terrorista” se dio después del intento de golpe de Estado de 2016. Freedom fue considerado como uno de los impulsores, pues es seguidor del clérigo Fethullah Gülen, uno de los líderes de la revuelta.
Varios miembros de la familia del pívot, incluido su padre, han llegado a ser encarcelados y él calificó a Erdogan como «el Hitler del siglo XXI» y le suele llamar «dictador» y «maníaco».
Sin documentación turca desde 2017
Las autoridades turcas le quitaron el pasaporte con esta nacionalidad a Enes Freedom en 2017. Dos años más tarde, se hizo una petición internacional para que detuvieran al jugador por ser considerado “terrorista”.
Ese mismo año, Kanter se negó a viajar a Londres para disputar un partido con los Knicks, pues estaba convencido de que iba a intentar matarle en un atentado o envenenándole.
Enes y su implicación en causas políticas
Durante sus 11 temporadas en la NBA, Freedom ha disputado 748 encuentros entre los Jazz, Thunder, Knicks, Blazers y Celtics. Ya siendo jugador mostró su implicación en causas políticas y no siempre relacionadas con su Turquía.
Enes no dudó en criticar a Nike y a LeBron James por tener relaciones con China, pues considera que allí se violan los derechos humanos. Además, atizó contra el Comité Olímpico Internacional por no mostrarse fuerte en sus declaraciones con respecto a la represión que se vivió en Hong Kong después de las manifestaciones para exigir la retirada del proyecto de ley de extradición a China. Fue por esto que Freedom pidió al COI no celebrar los Juegos de Invierno de 2022 en la capital china.
A la fecha, Kanter tiene su residencia en Washington y vive protegido por la policía y el FBI. Sus posibilidades de volver a jugar en la NBA son remotas y él está convencido de que se debe a un veto debido a sus críticas y a que se trata de un jugador incómodo para la Liga.