Orlando Arcia jamás bateó como lo ha hecho en los primeros seis meses de 2023, el mejor año de su carrera.. El mismo pelotero que entre 2016 y 2022 se limitó a golpear para .243 de promedio, con .296 de porcentaje de embasado, .664 de OPS y 75 de OPS ajustado bajo la Gran Carpa será el campocorto titular de la Liga Nacional para el Juego de Estrellas de MLB como reconocimiento a su average de .303 y 113 de OPS ajustado durante la primera mitad de la campaña.
Ni Ovidio ni Kafka habrían descrito una metamorfosis de tal magnitud
La transformación de Arcia comenzó en enero. Después de presentar un desteñido .203 al terminar la ronda eliminatoria del torneo 2022-2023 en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, el infielder anzoatiguense inició la escalada: .339 de promedio y .843 de OPS en el Round Robin; 364 de average, con 1.133 de OPS; en la final para consagrarse campeón con los Leones del Caracas; .361 de porcentaje de embasado en la Serie del Caribe.
Con todos esos números dentro del equipaje, Arcia voló a Estados Unidos con un plan en mente: adueñarse del campocorto de los Bravos de Atlanta, cargo vacante al partir Dansby Swanson a los Cachorros de Chicago. Arcia hizo su voluntad, así en Venezuela como en el Spring Training, Bateó para .341 con tres jonrones, nueve remolcadas, 1.011 de OPS en primavera y le ganó el puesto al prospecto Vaughn Grissom, favorito para suceder a Swanson. Tan convencidos quedaron los Bravos con Arcia que le extendieron un contrato por tres años y 7,3 millones de dólares.
Ya llega julio y Orlando Arcia sigue dándole a la bola
Pese al reciente bache de dos hits en 25 turnos, el torpedero de 28 años de edad presenta average de .289 en junio, con .340 de OBP. El jugador que llegó a los entrenamientos a ganarse un puesto causó un mayúsculo impacto entre los aficionados, al punto de ganarle a Francisco Lindor, uno de los peloteros mejor remunerados en el planeta, la elección para el rol de shortstop titular de la Nacional en el Juego de Estrellas.
Uno busca en las mediciones estadísticas una explicación para la transfiguración de Arcia y nada que detecta algún cambio dramático o una alteración pronunciada de sus patrones de comportamiento. 2023 no marca un antes y después ´para él en renglones como tasa de boletos, porcentaje de contacto, índice de conexiones contundentes.
En algunas métricas incluso retrocede con respecto a 2022. Poe ejemplo, el porcentaje de batazos fuertes, que fue 35,6 el año pasado, ha bajado a 28,3; la proporción de barrels, esos batazos que por su fuerza y ángulo de salida garantizan un imparable, se redujo de 7,5 a 6,6; la tendencia a generar rollings se incrementó de 45,9 a 57,2%. El porcentaje de contacto, si bien mejoró, no lo hizo tan acentuadamente: de 74,5 a 77,9.
Arcia no obtiene calificaciones sobresalientes en velocidad de salida de sus maderazos, OBP ponderado esperado, tasa de boletos. Pero es innegable que sus estadísticas superan a todo cuanto hizo en el pasado. Su OPS ajustado de 75 entre 2016 y 2022 ha crecido hasta 113 en 2023. El slugging, que hasta la zafra previa llegaba a .369, es de .436. Con el garrote, Orlando Arcia es otro. Ahora es una estrella.