Uno de los grandes retos en el seno de Tiburones de La Guaira era mejorar la cara de su pitcheo para la temporada 2022-2023 de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional. Cuando César Collins, gerente general del equipo, emprendió la misión de reestructurar a una organización que terminó con el peor récord de la campaña anterior (15-34), a 10 juegos del último puesto clasificatorio, lo tenía claro.
El cuerpo de lanzadores escualo terminó en el foso del departamento de promedio de carreras limpias la zafra pasada (6.14). Ninguna divisa permitió mayor cantidad de anotaciones (326), fue tan vulnerable en average contra rivales (.304) ni registró WHIP más elevado (1.67), que la del litoral.
Para el albor del presente curso, si bien es cierto que la muestra de solo cinco juegos es muy reducida como para emitir conclusiones, sí permite enfocarse en los hechos que han marcado el buen arranque (4-1).
Un ejemplo se vivió en la tarde-noche del lunes en el Estadio Universitario, cuando el cardumen celebró su 60 aniversario con una remontada frente a Leones del Caracas, para imponerse 8-7. La desventaja llegó a ser de seis anotaciones en la cuarta entrada, pero la combinación de eficaz bullpen para contener y oportuna ofensiva para producir se dio.
Desde el relevo, Henry Blanco usó en orden a Emilker Guzmán, Christian Mejías, Carlos Suniaga y Robinson Hernández, ninguno de mayor a los 25 años de edad. En el caso de Hernández, fue una de las más de 30 firmas realizadas por Collins desde que tomó el mando en febrero. Y tras ellos, desfilaron Gregory Infante, Sam Bordner y Edubray Ramos. Es decir, esa mezcla de brazos jóvenes complementados con serpentineros criollos de experiencia e importación específica para fortalecer a la escuadra que habían visualizado desde las oficinas.
Promisorio comienzo
Luego de los primeros cinco careos en el campeonato, Tiburones de La Guaira exhibe la segunda mejor efectividad (2.66) e igual lugar en el apartado de WHIP (1.39) tras 44 entradas.
El relevo ha lucido con minúscula ERA de 1.29 en 28 tramos. El espigado foráneo Bordner (1.95 metros) no ha recibido carreras en sus tres apariciones, con cuatro ponches en 3.1 capítulos (1.1 el lunes contra Leones). El exgrandeliga Ramos ha actuado en cuatro desafíos y tampoco ha admitido rayas, con par de rescates a su cuenta. Mientras que, Jonathan Petit (debutante) destacó en el Día Inaugural con labor de 2.2 innings en blanco.
En la rotación es donde se han visto algunas grietas, con un promedio de carreras limpias de 5.06. Pero el trabajo de Manuel Olivares, hasta ahora el único abridor que se ha apuntado victorias, llamó la atención el pasado 25 de octubre, cuando limitó a Navegantes del Magallanes a solo tres incogibles en cinco entradas, con par de guillotinados.
Olivares fue otra de las firmas del directivo Collins durante la temporada muerta. Solo había tenido experiencia previa en la Liga de Novatos con los Rockies de Colorado en República Dominicana.
Los maderos comprometidos de Tiburones de La Guaira
La ofensiva colectiva también ha respondido, con el mejor OPS (.910) y segundo mayor promedio (.310). En la jornada aniversario Juan Fernández se encumbró como figura con el madero al triplicar en cuatro turnos, con jonrón, doble, para de empujadas y tres anotadas, subsanando los dos errores que cometió a la defensiva.
Maikel García propició la reacción por Tiburones de la Guaira en el sexto inning de ese compromiso con triple barre bases. Algo que pocos podían imaginar en el primer trimestre del año, cuando con la salida de José «Cafecito» y Teodoro Martínez del equipo, no disimuló su desilusión tras el movimiento.
Pero algo ocurrió desde entonces. Quizás el mismo motivo por el que Franklin Barreto, Ehire Adrianza, Brayan Rocchio y Yolmer Sánchez ya están con el equipo.
La fórmula Collins no ha quedado mal.