Robert Suárez fue etiquetado como el cerrador del futuro para los Padres de San Diego desde el momento en el que la organización optó por ofrecerle una jugosa extensión de contrato tras su sólido rendimiento de la temporada pasada, la primera del venezolano en las Grandes Ligas después de pasar varios años en Japón. Si bien los californianos cuentan con Josh Hader, uno de los mejores taponeros de todo el béisbol en los últimos tiempos, la directiva del combinado estaba al tanto de que el zurdo podía declararse como agente libre después de la vigente contienda y que existía una alta probabilidad de que el precio para mantenerlo se saldría del presupuesto.
En la fase final de una campaña en la que Hader ha lucido intratable, tal como lo demuestra su efectividad de 1.30, con un WHIP de 1.12 y 84 ponches en 55 entradas y un tercio de labor, en las que ha registrado 33 salvados, el alto mando de los Padres parece haber estado en lo correcto a la hora de prevenir amarrando a Suárez. San Diego se ha destacado por gastar millones de dólares para mantener y firmar a nuevas figuras en años recientes; sin embargo, tras el fracaso rotundo de 2023, se especula con que los ejecutivos del club no serán tan agresivos con los contratos de sus jugadores en el venidero invierno.
Eso deja la puerta abierta para que Hader pueda buscar un pacto multimillonario con alguna otra divisa en la agencia libre y también para que Suárez pueda, finalmente, asumir el puesto de apagafuegos en el que tanto triunfó en la pelona nipona. No obstante, luego de un excelso desempeño en su zafra de novato en el mejor béisbol del mundo, en la que marcó una efectividad de 2.27, con un WHIP de 1.09 y 61 recetas en 47 capítulos y dos tercios sobre el ruedo, el derecho ha tenido una segunda contienda mucho menos alentadora, por distintos motivos.
Caos por doquier:
Hasta antes de la jornada de este sábado, Suárez apenas había podido realizar 26 apariciones para los Padres en la ronda regular de 2023. El nativo de Bolívar pasó la mayor parte del vigente certamen en la lista de incapacitados y cuando estuvo lo suficientemente saludable como para subirse a la lomita, los resultados dominantes que mostró en la contienda previa no aparecieron con la misma frecuencia.
Robert Suarez, Nasty Changeups and ⛽️
Thru 8 innings…and 🤫 pic.twitter.com/owGEZXmlk5
— Rob Friedman (@PitchingNinja) September 20, 2023Tras sus 27 innings y dos tercios iniciales de labor en 2023, el lanzallamas registraba una efectividad de 4.23, con un WHIP de 0.90 y apenas 24 ponches. No son números que resulten necesariamente alarmantes para la directiva de San Diego, pero sí muy inconsistentes para un serpentinero que tiene previsto recibir semejante ascenso al noveno acto en la próxima temporada.
Y por si fuera poco, la contienda de Suárez tomó un giro todavía más caótico hace varias semanas atrás, cuando recibió una suspensión por 10 compromisos luego de que los umpires lo expulsaran de un desafío por lo que consideraron era la utilización de una sustancia pegajosa por parte del relevista.
Suárez sin retroceder:
De cualquier forma, y a pesar de los distintos inconvenientes, Suárez siente que lo visto en la campaña anterior es mucho más cercano a su versión real, por lo que el posible ascenso al puesto de taponero no resulta intimidante en lo absoluto.
Todavía no se ha descartado la posibilidad de que los Padres decidan sentarse a negociar con Hader, en especial ante su excelso desempeño de 2023 y las fallas de Suárez en ese lapso, pero si el siniestro termina decantándose por otro destino, los californianos pueden estar seguros de que el criollo dará un paso al frente.
«Pienso que todavía estamos algo lejos de eso», le comentó Suárez al San Diego Tribune. «En mi caso, solo estoy enfocado en terminar la temporada fuerte. Veremos qué pasa, pero creo que si me presentan la oportunidad, voy a estar listo y haré todo lo que pueda por hacerlo de la mejor forma posible«, agregó.