Tras una apertura de seis entradas en blanco ante los Cardenales de San Luis el martes, Jesús Luzardo alcanzó una racha de 22 entradas y un tercio sin permitir anotaciones, la quinta más prolongada en las Grandes Ligas este año. Los cuatro serpentineros con cadenas más largas eran Nathan Eovaldi (29.2 innings) de los Rangers de Texas, Chris Bassitt (28) de los Azulejos de Toronto, Zac Gallen (28) de los Cascabeles de Arizona y Gerrit Cole (25.2) de los Yankees de Nueva York. Todos, con excepción de Bassit, serán All-Star en 2023.
Al igual que el derecho de los canadienses, viendo el Juego de Estrellas desde casa, estará Luzardo, quien pese a sus sólidos números en la primera mitad, no recibió invitación para el desafío de luminarias. Sin embargo, no todo está escrito en piedra todavía en el caso de ambos lanzadores, pues aún son opciones a recibir un llamado en el escenario de que haga falta reemplazar a alguno de los serpentineros escogidos. Con actuaciones como la del martes, el zurdo venezolano, indudablemente, está entre los primeros en la lista de posibles sustitutos.
«Pienso que es meritorio del Juego de Estrellas«, le comentó el mánager de los Marlins de Miami, Skip Schumaker, a MLB.com sobre su escopetero. «Creo que hay algunos chicos en ese clubhouse de los cuales por lo menos se debería hablar o que deberían estar allí. Probablemente hay tres o cuatro. Me encantaría que alguien los añadiera. Vamos a ver cómo sale todo», agregó.
Muy similar a 2022
En sus primeras 18 aperturas del presente torneo, Luzardo registró una efectividad de 3.32, la misma que marcó en sus 18 apariciones de una campaña anterior en la que las lesiones limitaron su tiempo de juego de forma considerable. Asimismo, el siniestro marca un WHIP de 1.15 en el vigente certamen, que sí es más elevado que el que recolectó en el campeonato pasado (1.03).
Jesús Luzardo, 99mph ⛽️✝️🦎 pic.twitter.com/21E7lOJIhd
— Rob Friedman (@PitchingNinja) July 4, 2023
Pero lo que Luzardo, de 25 años de edad, exhibió en su más reciente presentación dejó boquiabiertos a muchos dentro de un dugout de Miami que han visto a sus lanzadores brillar con frecuencia en la presente zafra. Con un récord de 50-37, los brazos de los Marlins registraban el tercer mejor balance en la Liga Nacional, gran parte de eso gracias al excelso desempeño de sus abridores.
«Pienso que lo que me impresionó fue el comando de todos sus pitcheos, los ajustes. En su apertura en Seattle el 12 de junio, le batearon un poco el slider y de la nada está lanzando más su cambio», explicó el capataz.
Tirar strikes, siempre la clave
El nativo de Perú, pero de padres venezolanos, regaló dos boletos en su salida ante los pájaros rojos, la primera vez que otorga más de uno en una misma presentación desde el 9 de mayo. A lo largo de su todavía joven carrera en las mayores, Luzardo ha tenido serios problemas de inconsistencia con su control, que por momentos han puesto en duda su capacidad de mantenerse como un abridor a tiempo completo en el máximo nivel.
Sin embargo, lo que los Marlins han visto este año es a un lanzador mucho más maduro y capaz de controlar sus emociones.
«Eso te demuestra el tipo de atleta que es. Jesús ahora piensa que puede lanzar el cambio para evitar que busquen el slider. Lo hizo. Y también sabe que tiene una recta de 98-100 millas por hora. Es realmente impresionante cuando lanza strikes«, destacó Schumaker. «Las únicas veces en las que estuvo en problemas fue con los boletos con dos outs o por pelotazos, ese tipo de cosas. Más allá de eso, es un turno muy difícil para bateadores zurdos y derechos. La parte impresionante son los pocos boletos, mantenerse en la zona de strike y conseguir ponches cuando los necesita«.