La séptima entrada del miércoles contra Tiburones de La Guaira cumplió con el viejo adagio para el Cardenales de Lara. Hasta ese momento, la bandada perdía 0-3, pero a partir de entonces los dioses del beisbol se mostraron misericordiosos con ellos.
Un racimo de seis carreras otorgó la ventaja que nunca más perdieron por el resto del careo disputado en el Estadio Jorge Luis García Carneiro de Macuto. La pizarra final de 6-4 contra el cardumen, afianzó a los pájaros rojos como el mejor equipo visitante del certamen, con récord de 16-7.
La oportunidad fue propicia para el despertar ofensivo de figuras claves en la ofensiva crepuscular como Gorkys Hernández, Hernán Pérez y Juniel Querecuto.
Hernández rompió la blanqueada con sencillo frente a Arnaldo Hernández, Pérez acercó a la visita a tan solo una carrera de diferencia con imparable contra Gregory Infante y Querecuto con gran chispa ejecutó un squeeze play para voltear el marcador, también ante Infante.
De acuerdo a los datos ofrecidos por el periodista Ignacio Serrano, durante la transmisión del circuito radiofónico escarlata, donde forma parte del staff de comentaristas, Gorkys llegó a ese episodio con 10 turnos fallados en fila. Hernán tenía de 17-1 y Juniel de 21-3 antes de la reacción contra el bullpen escualo.
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Darwinzon se reencontró con su mejor versión en Cardenales
En la parte baja de ese afortunado séptimo acto, también subió a la loma el relevista grandeliga Darwinzon Hernández. Aunque observó como Maikel García anotaba desde segunda tras un error en tiro del receptor Yeiner Fernández hacia la inicial en un intento de sorprender al corredor Franklin Barreto, luego ponchó a los cuatro rivales que enfrentó.
Primero guillotinó a Rafael Marchán para terminar el tramo y prosiguió el dominio en el siguiente, tras salir de Carlos Castro, Danry Vásquez y Ángel Aguilar. El siniestro había estado de descanso una jornada antes contra Leones, una decisión que le rindió frutos al mánager Carlos Mendoza, dada su excelsa labor.
Vicente Campos, ya recuperado de un malestar gripal, se encargó de cerrar el encuentro por la vía rápida para fijar una nueva marca personal de juegos salvados en una temporada de la LVBP. ¿Adivinan con cuántos? Sí, con siete rescates.