Desde hace mucho tiempo, los Orioles de Baltimore estaban considerando la posibilidad de utilizar a Anthony Santander en la primera almohadilla de vez en cuando, con la finalidad de expandir el campo de juego del venezolano y de brindarle descanso a Ryan Mountcastle, quien se desempeña como el inicialista regular de la organización. Esta semana, el mánager Brandon Hyde finalmente se decidió a tirar del gatillo.
Santander alineó como primera base de las oropéndolas el lunes y repitió en la posición el martes. Es desconocido hasta los momentos con qué frecuencia planea Hyde y compañía colocar al criollo en el puesto, pero indiferentemente de cuán seguido sea, el ambidiestro asegura recibir el reto con los brazos abiertos.
«En el pasado, tuve la oportunidad de hacerlo en los entrenamientos primaverales para estar preparado cuando llegara la ocasión», le comentó Santander a la prensa norteamericana antes del compromiso del lunes. «Estoy emocionado de estar allí y hacer el trabajo. Me gustan los retos. Estoy más emocionado de estar en primera hoy y así darle la oportunidad a Mountcastle de recibir tiempo como bateador designado», añadió.
Nervios bajo control:
Además de sus asignaciones como inicialista en el spring training, el margariteño también tuvo la oportunidad de jugar en dicha posición en nueve desafíos para la sucursal Clase A Lynchburg en 2016. Pero el lunes, Santander tuvo su primera apertura como primera base en el mejor béisbol del mundo.
Más allá de que la posibilidad de intentar algo nuevo en las Grandes Ligas siempre puede resultar preocupante, el habitualmente jardinero señaló que confía lo suficiente en sus habilidades como para poder responder al llamado. Asimismo, también sirve de motivación adicional el poder ayudar a su conjunto y compañeros cuando lo necesiten.
«No estoy nervioso en lo absoluto«, expresó el paleador. «Solo tengo que salir y practicar, prepararme para el juego y estar listo para el primer pitcheo».
En sus 39 cotejos iniciales del vigente torneo, el isleño registró una línea ofensiva de .255/.321/.456, con 12 dobles, seis cuadrangulares y 22 carreras remolcadas. La producción de Santander proyecta ser de vital importancia para que los Orioles, que no avanzan a la postemporada de 2016, puedan terminar esa sequía este año.
La tropa de Baltimore llegó a la jornada de este miércoles con balance de 27-15, en el segundo lugar de la siempre difícil división Este de la Liga Americana. Los Orioles estaban a cuatro juegos y medio de distancia de los Rays de Tampa Bay, líderes del grupo.
Enseña el camino:
A pesar de que solo tiene 28 años de edad, Santander se presenta como una de las piezas de más experiencia en un combinado oropéndola que tiene a algunas de las principales promesas del béisbol en la actualidad, tales como el receptor Adley Rutschman, el infielder Gunnar Henderson o el lanzador Grayson Rodríguez.
Parte de ese rol de líder que puede tener el venezolano en la divisa actualmente va ligado a la voluntad de poner siempre el bienestar del equipo primero. Por eso, el movimiento temporal a la primera base es algo que Santander nunca ha visto con malos ojos, lo que aprecia su mandamás.
«He querido hacer esto desde hace un tiempo», recordó Hyde. «Era el momento indicado para darle un descanso a Mounty y Tony toma rodados allí prácticamente todos los días y ha estado trabajando fuerte allí. Le permití algunos innings en esa posición durante los entrenamientos primaverales y se vio muy cómodo. Ha seguido trabajando en ello durante la temporada. Pensé que esta noche (lunes) era la indicada».
Además de su buen desempeño con los Orioles en estas primeras de cambio – y en las últimas temporadas – Santander también viene de un muy buen rendimiento con Venezuela en la pasada edición del Clásico Mundial de Béisbol.