El softbol en la Gran Caracas se mantuvo expectante ante la fase final del torneo Zona Strike entre los conjuntos Rivezca y Triple Crown. Por compromisos con la selección nacional de distintos jugadores y festividades navideñas, no se había cristalizado la gran final del torneo más prestigioso de la capital.
Esa espera llego a su fin, el pasado sábado 14 de enero cuando ambos equipos volvieron a enfrentarse por segunda final corrida desde el estadio Jesús Rafael Machado, ubicado en La Unión, municipio el Hatillo.
Los actuales campeones Rivezca buscaban revalidar el título obtenido la campaña pasada. Mientras Triple Crown volvía a la serie decisiva por tercera vez consecutiva y presentaba como meta su segundo campeonato dentro del circuito Zona strike.
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Rivezca pegó Primero
Con el primer juego en suspenso gracias a un torrencial aguacero, a primera hora se llevó a cabo la entrada faltante. Atacaba el conjunto de Triple Crown en la séptima entrada, luego de fabricar una carrera continuaron la amenaza y para el momento de la suspensión del encuentro presentaban hombres en segunda y primera sin out en la pizarra, con el empate en home plate.
Se reanudaba el compromiso y Frank Ugas continúo lanzando por Rivezca, retiro a Ricardo Luckert para el primer out, poncho a Ronald González para el segundo, infield hit de Pedro Carvajal trajo una más, colocando el juego 4-3 y dejar la responsabilidad en el bate de Braitne Martínez. Ugas terminó ganando la batalla, dominándolo con Rolling a sus predios y así coronar la victoria para los rojos.
Frank Ugas héroe por Rivezca
Inmediatamente, se dio comienzo al segundo de la finalísima. Duelo de pitcheo entre César Magallanes por Triple Crown y Frank Ugas a la postre ganador y MVP del compromiso. En acciones del juego, imprecisiones defensivas le dieron en la misma primera entrada ventaja al conjunto Rivezca al fabricar una anotación. Respondió en la tercera entrada Triple Crown para empatar tras dobles consecutivos de Luis Morales y Pedro Carvajal. A partir de ese instante la ofensiva sucumbió ante el hermético pitcheo de los abridores del compromiso y pasaron los episodios sin incidencias en el marcador.
En el cierre de la séptima, Engelbert Herrera descifró los envíos de Magallanes y conectó sólida línea a lo profundo del jardín central y a pesar del esfuerzo para tomar la conexión, el defensor no pudo realizar la jugada; propiciando una corrida temeraria por parte de Herrera que concluyó con un deslizamiento de manos en home y consigo la algarabía por el Bicampeonato para Rivezca.
Un estupendo comienzo de año para el equipo que hace vida en la capital venezolana y que dedica sus éxitos a quien en vida fuese el líder de la organización: Rolando Rivero.