Un integrante de la oficina de Leones se arrodilló en la grama del Estadio Monumental de Caracas «Simón Bolívar» luego de la derrota 3-0 contra Tigres del Licey, campeón de la República Dominicana. Solo faltó una victoria para que Venezuela se titulara en la Serie del Caribe Gran Caracas 2023, luego de 14 años, pero la ausencia de un triunfo no desmeritó un largo y fructífero viaje.
«Es fácil hacer cualquier cosa en la victoria. En la derrota es cuando el hombre se revela», le confesó hace cinco décadas el boxeador Floyd Patterson a Gay Talese, el escritor emblema de los perdedores deportivos. Oswaldo Arcia lloraba solo en el dugout anfitrión. «Creo que dentro de mí, dentro de todo ser humano hay cierta debilidad. Me he dado cuenta que soy un cobarde. Quiero decir, que puedes ser un gran boxeador, de los que ganan, y seguir siendo un cobarde», dijo el púgil sobre la poca cara que tenía para hablar luego de un fracaso en el ring.
Arcia tampoco habló, aunque no fue por cobardía. En realidad, habla muy poco. Pero sus lágrimas expresaron todo lo que con palabras no pudo a lo largo de la temporada. Es la vergüenza deportiva de un jugador que tiene experiencia en Grandes Ligas y cargó con la ofensiva de un equipo campeón de LVBP durante todo un mes, como lo hizo en diciembre. Eso pareció importarle poco o nada, como tampoco le interesó jugar con una pierna la última parte de la Gran Final. Su mente solo era capaz de procesar que acababa de perder el último juego del Clásico Caribeño. Los deportistas suelen tener memoria corta, porque el deseo de éxito inmediato no descansa.
Leal a su espíritu
Cuentan quienes vieron la transmisión por televisión que Erick Leal también lloró. ¿Qué importa que su equipo sea Navegantes del Magallanes? ¿Qué importa que estuviese representando a su Eterno Rival? ¿Qué importa cualquier roce previo con los bateadores ahora convertidos en cofrades? Nada. No importa nada. Porque cada vez toma mayor fuerza que los equipos sean identificados por el país. Venezuela jugaba. Venezuela quedó a un lauro de la coronación.
Leal es el lanzador más competitivo que se haya visto en los terrenos venezolanos durante las últimas tres campañas. No hacía falta otra demostración, pero luego de recibir un golpe en el abdomen que le dejó sin aire, volvió a dejarlo claro. Se ganó el respeto y admiración de Wilson Álvarez, coach de pitcheo de la delegación criolla, en solo 10 días. Su apertura más importante, aún está por llegar.
En el terreno de Gran Caracas 2023
En el terreno, periodistas dominicanos y venezolanos se confundían en la búsqueda de las voces de los protagonistas. En cuestión de segundos, tras el último out, una tarima se levantó alrededor de la segunda base del majestuoso feudo de La Rinconada, y por allí pasaron los Todos Estrellas de Gran Caracas, antes de los monarcas quisqueyanos.
Enrique Rojas, periodista de ESPN, veía la celebración luego de realizar las entrevistas post juego. Él se encargó de recordar cada día la cantidad de aficionados que asistió al feudo de La Rinconada cuando Venezuela jugó allí. 231 mil 572 personas en total, unas 33.081 por partido. ¿Qué es esto? ¿Nueva York? Pues durante nueve días así pareció.
La pizarra
En marzo de 2022 arrancó la planificación del equipo campeón de Leones del Caracas. Sí, 11 meses antes de su último juego en la Serie del Caribe Gran Caracas 2023, ya se armaba el rompecabezas en varias pizarras de la gerencia capitalino. Quien piense que fue una casualidad el camino recorrido por el club hasta ese careo definitorio contra Dominicana, es porque no se interesó por preguntar o conocer como se mueve una oficina con objetivos definidos.
Una de las personas que armó el esquema en marzo, con Arcia en el bosquejo, aún sin ser cambiado desde Caribes, fue quien se hincó en la inmensidad del Estadio Monumental casi un año después. Fue un gesto de honor y respeto hacia el deporte. Como también busca serlo este texto.