Cuarto lugar, dos ocasiones en octavos de final y primera ronda, son los resultados de Portugal en las últimas cuatro Copas del Mundo, desde luego números insatisfechos teniendo en cuenta que ha llevado al lado de su escudo ‘lusitano’ a uno de los dos mejores jugadores de este Siglo XXI, Cristiano Ronaldo en el que será su terminante baile. Es por eso que, en cierta forma, conlleva responsabilidad al plantel y cuerpo técnico de turno buscar algo más que no sea solo participar, sino competir; elemento ajeno en las pasadas citas mundialistas.
La Portugal de Fernando Santos se alista para iniciar un nuevo viaje por los mundiales; con más deudas que saldos a favor. Pese a tener una plantilla estelar rebosante de figuras no es suficiente para colmar de expectativas alentadoras al mundo de fútbol y situarlos como favoritos, comiendo en el mismo plato de Brasil, Francia, Argentina. Su actualidad no es de admirar y nos invita a caminar por el sendero de las deudas, tras no clasificar directamente, superados por Serbia y disputar el repechaje ganando a la ‘todopoderosa’ Macedonia del Norte.
Portugal tiene para más
Sus últimos 10 partidos entre oficiales y amistosos con 5 victorias, 2 empates y 3 derrotas describen su trasegar ondulado poblado de piedras que imposibilitan la visión clara de un futuro exitoso con un rendimiento de 52% se presenta en Qatar 2022.
Y si bien tener la compañía, el liderazgo y la contundencia de CR7 es un plus inevitable, a Fernando Santos en los casi 10 años que lleva dirigiendo a Portugal no ha sido suficiente para enmarcar una época gloriosa. Aunque pesan los títulos de la Eurocopa 2016 y Nations League 2019. Constantemente el pensamiento radica en que siempre hay equipo para más, y es normal, con Rubén Dias, Bruno Fernández, Bernardo Silva, Rafael Leao; pero su estilo indefinido sin saber a qué juega y dependiendo de individualidades son las razones para su desconfianza.
Tornado de emociones en Cristiano Ronaldo
Los recientes acontecimientos desde Inglaterra con respecto a Cristiano Ronaldo han entorpecido el ambiente en la concentración del seleccionado portugués, escenario que debilita la pista en la que veremos probablemente el último baile del ‘Bicho’ en el Mundial. Sumada a su sequía goleadora y poca continuidad de minutos, tendrá que salir de la oscuridad y la puerta es Qatar.
Sus números no concuerdan con su figura rutilante (3 goles en 16 partidos). Sin embargo, la ambición y carácter que posee inherentemente nos situa en poder ver su mejor versión, por lo menos a los que queremos ver buen fútbol y goles.
En fin, esta es Portugal, un equipo con nevera llena y consumo escaso de oportunidades.
