Hasta la temporada pasada, Pablo López y Jesús Luzardo compartieron como miembros de la rotación de los Marlins de Miami. Cuando el zurdo llegó a los peces proveniente de los Atléticos de Oakland hace un par de años, el diestro estuvo allí para darle la bienvenida y guiar sus primeros pasos. Ahora, con la partida del nativo de Cabimas a Minnesota durante la temporada muerta, los venezolanos ya no pueden llamarse compañeros de equipo, pero siempre serán amigos.
Sin embargo, antes de que López iniciara su nuevo camino de forma oficial con los Mellizos, el béisbol le brindó la oportunidad de compartir un dugout nuevamente con Luzardo. Esta vez, quizás, en el escenario más importante para cada uno de ellos: el Clásico Mundial de Béisbol.
«Luzardo es uno de los mejores amigos que he ganado gracias al béisbol«, le comentó López a la prensa norteamericana antes de la jornada del martes en las mayores. «Así que estoy súper agradecido de tenerlo como persona, como amigo y como hermano».
Llevaron la bandera a lo más alto
El siniestro lanzó cuatro entradas en blanco en contra de Israel en su única presentación en el torneo de naciones con Venezuela, permitiendo apenas un cuarteto de imparables, regalando un boleto y pasando por la guillotina a cinco contrarios.
«Luzardo es un gran competidor. Estuvo allá afuera batallando como siempre lo hace, compitiendo contra todos a los que enfrentó. Y siempre está dispuesto a salir al campo y dejarle saber a todos que tiene la disposición de morir allá si eso necesitan«, aseguró López.
El derecho, por su parte, también estuvo a la altura de la asignación en el Clásico, en el que trabajó cuatro episodios y dos tercios frente a la difícil toletería de Puerto Rico. López solo toleró una rayita, con dos inatrapables y seis ponches.
«Pienso que esas son las situaciones que nos hacen mejorar», señaló López sobre torneos con los envidiables ambientes del CMB. «Obviamente como atletas y como jugadores de béisbol, siempre estás buscando esa competencia. Todo el tiempo estás en búsqueda de ese momento más especial. Son esas las oportunidades que intentas absorber y valorar tanto como sea posible«, agregó.
Frente a frente, como rivales
El miércoles, por primera vez en sus carreras, López y Luzardo se encontraron en montículos opuestos. En la visita de los Mellizos a los Marlins en Miami, ambos serpentineros recibieron la asignación de subir al morrito por sus respectivos conjuntos.
Esta será la única serie entre ambos clubes durante la ronda regular hasta el año que viene, por lo que la dupla criolla aprovechó de compartir lo más posible. Hablaron de su apertura contra el otro, por supuesto, pero también de la vida y la familia.
«No tenemos que hablar de eso para saber que el miércoles será especial«, indicó López. «Será algo que vamos a recordar».
Cuando llegó el momento de la verdad en el desafío, cada uno cumplió con su trabajo de forma brillante. Los dos completaron siete episodios y se combinaron para ponchar a 18 contrarios, al mismo tiempo en el que solo permitieron una anotación.
Ante la pregunta de cómo se sintió al estar del lado opuesto de López el miércoles, Luzardo, quien registró 10 de esos recetados en la faena, señaló que no resultó «diferente», aunque sí fue «divertido» para él.
«Justo le acabo de enviar un mensaje de texto», contó Luzardo posteriormente. «Y hablamos al respecto ayer (martes). Es divertido cuando estás en un duelo de pitcheo, especialmente con él. Siento que ambos lanzamos bastante bien, así que estoy feliz por eso«.
Al final, los Marlins se llevaron el compromiso con marcador de 5-2, pero tal como había pronosticado López, el recuerdo con el que se quedará cada uno de los abridores del duelo no tiene nada que ver con el resultado.