Willson Contreras ha tenido una primera temporada con los Cardenales de San Luis llena de muchos altos y bajos; algunas personas podrían discutir que más bajos que altos, pero en definitiva no ha sido lo que el venezolano o la misma organización esperaban cuando lo firmaron a un contrato multimillonario durante el receso entre campañas. Nada de eso importó el martes. Por primera vez con el uniforme de los pájaros rojos, los padres del receptor, William y Olga, estuvieron presentes en el estadio para ver y apoyar al campeón de la Serie Mundial en 2016.
Más allá del mal momento ofensivo que atravesaba Contreras, la misión del nativo de Puerto Cabello se redujo a simplemente brindarle a sus padres motivos para celebrar en esa velada tan especial para la familia. Misión cumplida, pues el máscara finalizó la velada con un par de cuadrangulares, incluyendo uno de dos carreras que igualó las acciones ante los Padres de San Diego en el octavo episodio y que viajó 427 pies desde el plato hacia el otro lado de la barda en el jardín central.
«Vine de no tener nada y poder llegar hasta acá. Eso es lo que me mantiene agradecido de estar jugando béisbol«, le dijo el toletero a MLB.com. «Si sales y caminas por las calles en Venezuela, hay mucha gente en necesidad, mientras yo puedo despertarme cada mañana y tener un techo sobre mi cabeza, mi familia conmigo y comida en la mesa. Así es como mantengo mi espíritu arriba», añadió.
Motivación necesaria para Contreras
Para el momento en el que Willson Contreras despachó el primero de sus jonrones el martes, había fallado en cada uno de sus 15 turnos previos. Una vez con la mala racha a sus espaldas, el careta se tomó el tiempo de mirar hacia el cielo como agradeciendo la motivación que había encontrado en sus familiares para reencontrarse con la poderosa ofensiva que ha desplegado a lo largo de sus primeros ocho años en las Grandes Ligas.
Tras el segundo bambinazo, el tres veces All-Star pegó un grito mientras recorría las almohadillas, quizás en otro intento por liberar la frustración del pasado. En ambas conexiones, luego de tocar el plato, Contreras echó un vistazo a la multitud de 36.851 aficionados presentes en el Busch Stadium en búsqueda de sus padres para señalarlos en una muestra de agradecimiento.
«Esta noche fue muy especial para mí por tener a mi familia en las tribunas. Estoy aquí por ellos, les debo mucho y creo que no hay nada que pueda hacer que sea suficiente para ellos«, continuó. «Tener una noche como esa es algo que jamás voy a olvidar».
Recuerdos que siguen vivos
Para Contreras y su hermano menor William, receptor de los Cerveceros de Milwaukee hoy en día, la realidad del presente es muy distinta a la del pasado. Ambos han logrado establecerse en el mejor béisbol del mundo, lo que además de cumplir una meta para cada uno, también les abrió las puertas de una vida económica distinta, para ellos y los suyos.
Sin embargo, los recuerdos de tiempos más difíciles se mantienen en la memoria de Willson, donde posiblemente seguirán por el resto de su vida. Es una forma de no perder la humildad y de nunca olvidar que la vida puede ser muy diferente.
Juego de dos jonrones de Willson Contreras. 💣 💣 pic.twitter.com/XNFkZ6mdJY
— MLB Venezuela (@MLBVenezuela) August 30, 2023
«Sé que hicieron todo lo que fuera necesario para poner comida en la mesa para nosotros. Ahora que estoy aquí y que mi hermano está en las mayores también, es simplemente una bendición para nuestra familia«, aseguró.
En cuanto a lo compleja que ha sido su parada inicial en San Luis, Contreras admite que ha sido inusual, aunque prefiere juzgarla día a día.
«Diría que ha sido una temporada loca, una campaña de ajustes», cerró.