Es fácil llegar a la conclusión de que el estreno de Rougned Odor con los Padres de San Diego ha sido todo menos lo que ambas partes esperaban. El venezolano ha tenido un desempeño pobre en el cajón de bateo, lo que ha llevado a muy pocas oportunidades en el terreno en lo que va de 2023. Pero hay una razón en particular por la que los californianos no han tirado la toalla con el veterano, y más allá de los números, va ligada a la actitud aguerrida que siempre ha demostrado el paleador en sus 10 temporadas en las Grandes Ligas.
Tras sus primeros 24 desafíos de la vigente contienda, su primera con los Padres, Odor registró una pálida línea ofensiva de .175/.266/.298, con cuatro dobles, un cuadrangular y siete carreras remolcadas. El camarero, que llegó a las mayores con los Rangers de Texas en 2014, había sido ponchado en 15 ocasiones, mientras que sumaba un total de siete boletos.
Las fallas del criollo en lo que va de la zafra también se han trasladado al equipo en general. San Diego, una de las divisas con nóminas más llamativas en toda la Liga Nacional, ha tenido serios problemas para llenar las expectativas puestas sobre ellos antes del inicio del torneo. Previo a la faena de este martes, los dirigidos por Bob Melvin tenían récord de 21-26 y se ubicaban en la penúltima posición de la división Oeste del viejo circuito.
No salen los batazos en la «chiquita»
Uno de los grandes motivos para el lento arranque de los Padres hasta ahora ha sido su incapacidad de sacar provecho de las ocasiones, como cuando encuentran a corredores en las almohadillas. Todo parecía indicar que el primer inning de la jornada dominical sería más de lo mismo para San Diego, que llenó las bases sin outs frente a los Medias Rojas de Boston, pero apenas pudo anotar una rayita antes de que los visitantes consiguieran los primeros dos outs de la entrada.
Acto seguido, Odor sacudió un doble que barrió las almohadillas. Era exactamente lo que necesitaba San Diego para encontrar una motivación que por ocasiones ha parecido inexistente en estas semanas iniciales del campeonato. Melvin, en particular, calificó el batazo del zuliano como un «alivio«.
«Esto es lo que necesitábamos«, aseguró Odor, en declaraciones recogidas por MLB.com. «Esto es lo que somos. Desde hoy (domingo), así es cómo lo vamos a hacer».
Los Padres lograron obtener la victoria con marcador de 7-0, a pesar de que finalizaron la faena de 10-1 con corredores en posición de anotar. Las críticas sobre el desempeño del combinado, y en particular sus bateadores, han sido incesantes, pero Odor está más renuente que nunca a prestar atención a las opiniones que se generan fuera del clubhouse.
«¿Sabes qué? Ni siquiera escucho eso. No escucho lo que ellos dicen con respecto a que nosotros no estamos bateando bien en este momento con corredores en posición de anotar. Eso está en el pasado«, señaló el toletero.
El calendario brinda opciones
Las fallas ofensivas han opacado los puntos positivos que ha tenido el combinado hasta los momentos; en especial una sólida labor de los relevistas, que se han mantenido en la cima a pesar de la sensible ausencia del venezolano Robert Suárez, quien se encuentra en la lista de lesionados.
«Sé que estamos atravesando un comienzo duro», dijo Odor. «Pero es una temporada larga y tenemos muchos juegos por delante. Yo creo en todos en este clubhouse».
El experimentado cañonero consiguió otro doble en el sexto acto y realizó una gran jugada defensiva en el octavo. Fue un desempeño más que necesario para un pelotero que podía estar coqueteando con el despido, gracias a un OPS de apenas .495 puntos antes del domingo.
«A lo largo de los años, he dirigido juegos contra él», recordó Melvin. «Sin importar lo que esté bateando o a quién esté enfrentando, no tiene temor. Esos son el tipo de sujetos que, en esas situaciones, probablemente sienten menos presión que algunos otros. Denle crédito».