Anthony Santander ha visto el peor rostro de los Orioles de Baltimore. La organización que hoy celebra su primera clasificación a la postemporada desde 2016 y que ilusiona a sus aficionados con la posibilidad de ganar su primera Serie Mundial en cuatro décadas, estaba inmersa en tiempos sumamente oscuros hace poco. Muchos de los compañeros del venezolano en la actualidad, no estaban con el conjunto grande durante esos tiempos de penumbra; de hecho, en el caso de algunos, ni siquiera estaban firmados todavía al béisbol profesional.
Pero Santander, y sus colegas de los jardines Cedric Mullins y Austin Hayes, sí vivieron esa época en la que las alegrías colectivas eran prácticamente inexistentes. Mientras sus compañeros celebraban la clasificación a los playoffs este pasado fin de semana en el clubhouse, el trío de patrulleros se abrazó en medio de una lluvia de champaña y cerveza. ¿Cómo no? Si hace cuatro años atrás, los guardabosques se habían reunido en el campo durante un cambio de lanzadores y se habían imaginado cómo sería ese preciso momento.
No había mucho por lo que entusiasmarse en aquel instante. Los Orioles estaban en camino a perder 108 desafíos, la cuarta peor campaña en la historia de la franquicia. Sin embargo, por primera vez en mucho tiempo, había algo de esperanza para el futuro. Adley Rutschman y Gunnar Henderson, dos de los principales prospectos en el béisbol, habían sido seleccionados en el draft por Baltimore y el trío de jardineros confiaba en que ambos serían especiales y los ayudarían a sacar al club de semejante agujero. Asimismo, de la forma en la que marchaba esa temporada, la divisa también quedaría en buena posición para otro «pick» de alto perfil al año siguiente.
Valió la pena:
El proceso, tal como se esperaba, tomó más tiempo y, por ende, más derrotas, incluyendo una temporada de 2021 en la que los Orioles sucumbieron en 110 compromisos. Pero en mayo de 2022, Rutschman hizo su tan esperado debut en las Grandes Ligas. Henderson y DL Hall siguieron sus pasos a finales de esa campaña, mientras que otras joyas como Grayson Rodriguez, Jordan Westburg y más recientemente Heston Kjerstad se sumaron a la causa en 2023.
¡Anthony Santander conectó su doble #35 de la temporada!#LosOrioles | #Birdland pic.twitter.com/uo0Z8YDLDu
— Orioles de Baltimore (@losorioles) September 9, 2023Santander, Mullins y Hayes, todos con 28 años de edad, se han convertido en las figuras veteranas del combinado y son los únicos jugadores de posición que todavía se mantienen con Baltimore tras esos años grises. En medio de tanta alegría, el trío no siente la necesidad de contarle a sus compañeros más jóvenes sobre aquellos tiempos, pero el fracaso rotundo de esas zafras es un recordatorio constante de cuán difícil puede ser el juego que hoy los premia con grandes oportunidades.
«Todos lo atravesamos juntos«, le comentó Mullins a The Baltimore Banner sobre Santander y Hayes. «Poder celebrar con ese pequeño grupo es increíble. Ver lo que ha podido construir (el gerente general) Mike (Elias) para la organización. Traer a chicos desde otros equipos y hacer un muy buen trabajo en el draft. Ver a este grupo de jugadores que juntó es realmente especial«, agregó.
Esperan más, pero disfrutan el ahora:
El domingo, con el cupo a la postemporada en juego, Santander, Mullins y Hayes trotaron hacia los jardines como tantas veces han hecho juntos. Pero esa vez existía una gran diferencia, pues tenían frente a ellos la posibilidad de regresar al clubhouse en algunas horas y celebrar con sus compañeros como tantas veces hicieron otros equipos, que los forzaron a ver sus festejos desde casa o incluso desde el dugout contrario.
You just can't escape him. pic.twitter.com/li1zfiY15f
— Baltimore Orioles (@Orioles) September 17, 2023«¡Lo hicimos!«, exclamó el trío antes de darse un nuevo abrazo en medio de las celebraciones dominicales.
Indudablemente, cada uno espera por más y más oportunidades para celebrar este año. Después de todo, los festejos se hacen adictivos. Pero el domingo, el trío de veteranos se permitió disfrutar algo que visualizaron, soñaron y sufrieron juntos para lograr.
«Esto es algo con lo que siempre he soñado. El hecho de que hayamos regresado de esos años anteriores y ahora estemos acá. Se siente increíble. Es algo que nunca había experimentado», recordó Mullins.