Buck Showalter no quería ver a Francisco Álvarez en el equipo grande de los Mets de Nueva York hasta septiembre. El mánager apostaba por una travesía 2023 saludable de sus dos principales receptores: Omar Narváez y Tomás Nido. Sin embargo, la organización de Queens anunció el jueves una distensión de grado medio a alto en la pantorrilla izquierda de Narváez, lesión que le sacaría de acción entre ocho a nueve semanas, y en teoría, le abriría la puerta de regreso a Álvarez.
Narváez salió del encuentro del miércoles en la derrota 7-6 ante los Cerveceros de Milwaukee durante la parte baja de la novena entrada, debido a molestias en la zona afectada, cediendo su lugar al puertorriqueño Nido.
«Sentí tensión”, dijo el careta al New York Post. «No podía ponerme en riesgo durante toda la temporada. No iba a jugar al héroe”.
Tras ser sometido a estudios la mañana siguiente, el propio equipo publicó el tiempo estimado de recuperación. Los metropolitanos tenían previsto tener su Opening Day como locales en el Citi Field el jueves contra los Marlins de Miami, pero fue pospuesto por mal clima para el viernes. Tiempo suficiente para el traslado de quien vaya a ser su reemplazante en el roster activo.
Hasta el momento del percance, Narváez, de 31 años de edad, compilaba línea ofensiva de .286/ .353/ .286 con dos carreras empujadas en el inicio de temporada, luego de haberse unido a la divisa de Flushing Meadows durante el receso de campaña, con un contrato de un año, con opción del jugador para una segunda campaña.
Álvarez, la opción natural para tomar el lugar de Omar Narváez
Álvarez, de 21 años de edad, ya se encuentra en Nueva York, de acuerdo a un reporte de MLB.com, por lo que su incorporación a la nómina es casi un hecho, a falta de formalidades. El segundo mejor prospecto del béisbol según MLBPipeline regresará a las Grandes Ligas luego de una corta pasantía de cinco juegos al final de la temporada regular anterior.
El novel carabobeño tan sólo golpeó para promedio de .107 durante el Spring Training, antes de ser bajado a la sucursal Triple A de Syracuse, donde dejó OPS de 1.056 con dos jonrones en los cuatro primeros careos del certamen.
«Lo primero que me vino a la mente (el miércoles) fue que necesito volver allí», expresó el novato al NY Post. «Debo trabajar duro y probarme a mí mismo para que puedan volver a llamarme eventualmente”.