Nick Kyrgios se declaró culpable ante el tribunal de Canberra de haber agredido a su exnovia. No obstante, la jueza Beth Cambell calificó su acto como «estúpido y aislado», algo por lo que decidió no condenar al jugador, desestimando el cargo de agresión.
El australiano fue denunciado por su expareja Chiara Passari por empujarla, demanda que presentó 10 meses después de que la pareja se separara.
Según el relato de Passari, Kyrgios quería salir de su piso de Canberra tras una tensa discusión ocurrida el pasado 10 de enero de 2021, ella se lo impidió y él acabó empujándola, algo que el propio Nick acabaría admitiendo ante el tribunal.
Por ese motivo, se leyó una declaración de Passari en la corte en la que aseguró haber quedado duramente traumatizada por lo ocurrido, habiendo sufrido una importante pérdida de peso y pasando días y noches sin poder dormir.
¿Por qué no condenaron a Kyrgios?
Sin embargo, la jueza Cambell decidió desestimar los cargos de agresión. Explicó que Kyrgios actuó incorrectamente, pero que su acción no fue planeada, ni actuó de forma premeditada y que tan solo fue un «acto estúpido único» por parte de un joven que intentaba salir de una situación tensa.
El australiano de 27 años reconoció hace unos meses su lucha contra la depresión. Por ende, los abogados del tenista intentaron que se retiraran los cargos al tenista alegando que sufría problemas de salud mental.
El psicólogo Sam Borenstein aseguró ante la juez que Kyrgios sufría de depresión severa y recurrente. Además, señaló que el tenista tiene pensamientos de autolesión, insomnio, inquietud y sentimientos de culpa.