La situación que vive la selección de Estados Unidos es de novela. El conflicto de Gregg Berhalter y Giovanni Reyna es anonadante. Una historia de amigos que se han sacado los trapos sucios por rencillas generadas en la última Copa del Mundo de Catar. El conflicto puede terminar en salida de Berhalter o en que el jugador del Borussia Dortmund sea borrado.
Todo tiene su inicio con el papel secundario que tendría Reyna en el Mundial. Eso desmotivó al volante que no tuvo un desempeño acorde al de un profesional. Incluso Berhalter hizo que le pidiera disculpas a sus compañeros. Su ausencia no afecto el desempeño de una selección de Estados Unidos que llegó a octavos de final y dejó buenas sensaciones de cara a la cita en 2026, donde serán locales.
“Tuvimos un jugador que claramente no estaba cumpliendo con las expectativas en la cancha ni fuera de ella. En el cuerpo técnico nos sentamos durante horas dirimiendo qué íbamos a hacer con él. Estábamos listos para reservar un pasaje de vuelta a su casa; así de extrema era la situación”, reveló Berhalter en una charla de Liderazgo Moral del Instituto HOW para la Sociedad en Nueva York, el pasado 6 de diciembre. Esa declaración encendió la mecha cuando se hizo pública el 11 de dicembre.
El inicio de la tormenta
“Creo que lo que ocurre en el contexto de un equipo debe permanecer como privado. Dicho esto: se ha hecho declaraciones que se hacen eco de mi profesionalismo y mi carácter. “Estoy muy decepcionado por la cobertura continuada del hecho y extremadamente sorprendido de que alguien en el cuerpo técnico haya contribuido a ella. El entrenador Berhalter siempre dijo que los inconvenientes que surgieran en el equipo iban a ser resueltos puertas adentro para que nos enfocáramos en la unidad y el progreso”, expresó en redes sociales Gio Reyna, el pasado 12 de diciembre.
Pero el nudo de esta novela empieza, el pasado 3 de enero cuando Berhalter hace un comunicado con su esposa. Esto en respuesta a una información que le llegó a US Soccer (la federación) sobre un episodio de violencia del DT sobre su mujer, Rosalind, en 1991, a las afuera de un bar. Luego de una fuerte discusión, terminó dándole patadas a su cónyuge en la pierna. Hechos que se ha tomado muy seriamente en el ente rector. ¿Quién dio la información? Danielle Reyna, madre de Gio, y ex compañera de cuarto de Rosalind cuando estudiaron juntas en la Universidad de Carolina del Norte.
Pero esa no es toda la relación entre los Berhalter y los Reyna, porque el padre, Claudio, fue compañero de Gregg en la selección de Estados Unidos. Ambo estuvieron en los planteles del equipo de las barras y las estrellas de los Mundiales de 2002 y 2006. Sin embargo, su relación es más longeva, porque crecieron jugando juntos en Nueva Jersey.
El futuro de Berhalter
“Intentó aprovechar una situación de hace mucho tiempo para terminar mi relación con la federación estadounidense”, recriminó Berhalter a Claudio Reyna, luego de que se supo quién filtró la información. La madre de Gio aclaró: “Quiero dejar muy claro que no pedí el despido de Gregg, no amenacé a nadie y no sé nada acerca de intentos de chantaje».
Danielle agregó: «Sin entrar en mayor detalle, los mensajes minimizan significativamente la violencia de aquella noche. Rosalind Berhalter era mi compañera de cuarto y de equipo, y también mi mejor amiga, y la apoyé a lo largo de todo el trauma que vino después. Pasó un largo tiempo para poder perdonar y luego aceptar a Gregg (…) yo habría esperado que mostrara la misma gracia para con Gio (Reyna)”.
Cabe destacar que la federación abrió una investigación. “Agradecemos que Gregg y Rosalind se presenten para hablar abiertamente sobre este incidente. De acuerdo con nuestro compromiso con la transparencia, compartiremos los resultados de la investigación públicamente cuando esté completa. US Soccer condena la violencia de cualquier tipo y se toma muy en serio tales acusaciones”, dieron a conocer en un comunicado. Por los momentos no se ha renovado el contrato de Berhalter y los amistosos de enero, contra Serbia y Colombia, los dirigirá su asistente, Anthony Hudson.