Antes de enamorarse de Georgina Rodríguez y formalizar una relación con la que fue vendedora en tiendas de ropas, el futbolista Cristiano Ronaldo tenía una vida como el soltero codiciado en búsqueda de su media naranja.
Para aquel momento el jugador al parecer quedó encantando con una chica, por lo que hizo todo lo posible para obtener el contacto de esta, tal y como lo informó el medio británico ‘The Sun’.
De acuerdo al citado periódico, el astro del fútbol se fijó en Kimberly Wayt al verla en el programa X Factor. Desde entonces su insistencia en conseguir una cita con ella pasó a otros niveles, pues el exmasajista del Manchester United, Rod Thornley, le facilitó el contacto, pero con una condición.
Thornley supuestamente aprovechó el momento para ponerle los ojos al Porsche Carrera de Cristiano Ronaldo, mientras este tenía la mirada en la influencer, por lo que le pidió negociar al deportista el precio del carro para obtenerlo a un costo más accesible y entonces se encargaría de conseguirle el número telefónico de la rubia.
Astuto negocio con Cristiano
“Estamos en marzo/abril y se va al Real Madrid. Todos sabemos que se va a final de temporada. Así que él me dice mientras está viendo X Factor: ‘¿Quién es esta chica?’. Era Kimberly Wyatt de Pussycat Dolls. Él dice: ‘¿Puedes darme su número?’”, relató Thornley en el ‘pódcast Undr The Cosh’.
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“Así que me quedó pensando: ‘Y ¿qué me llevo yo de esto? Estoy consiguiendo los números de las chicas de todas partes y no obtengo nada de esto’. Y Cristiano Ronaldo dijo: ‘¿Te gusta mi coche?’. Tenía un Porsche Carrera descapotable”, contó. “Me dijo: ‘Cuando me vaya al Real Madrid, te lo vendo a mitad de precio’. Tardé como diez minutos en conseguir su número”, explicó.
“Efectivamente, llega el final de la temporada y le digo: ‘¿Recuerdas nuestro trato?’. Le di 30 de los grandes (30.000 libras) por un coche de 60 de los grandes (60.000 libras)”, recordó.
Pero de forma muy habilidosa, el exmasajista del Manchester United le sacó el máximo del jugo a su compra. “¡Al día siguiente lo vendí por 60 de los grandes! Literalmente lo tuve por una noche. Fui a su casa, lo recogí, le hice la transferencia, lo vendí por 60.000 libras al día siguiente y tuve unas vacaciones geniales en las Maldivas ese verano”.