Moisés Gómez no tiene respuesta a la pregunta de por qué todavía no ha sido llamado a las Grandes Ligas. No se lo dijeron los técnicos de los Cardenales de San Luis y por sí mismo no encontró la razón, pero espera tener un panorama más claro durante su transitar en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP).
¿Será su madero el inconveniente? Soltó 30 cuadrangulares esta campaña en Triple A y el año pasado soltó 39 vuelacercas entre esa misma categoría y Doble A. Asimismo, de por vida en las Ligas Menores tiene OPS de .776, una media más que positiva para toleteros en formación.
Mientras que el guante tampoco debería ser la razón. Aunque Moisés Gómez, de 24 años de edad, no luce como un potencial ganador del Guante de Oro, en 2023 solamente cometió tres errores y hasta en el jardín central lo colocaron.
Entonces, ¿por qué no lo han subido a las mayores? No lo hicieron los Rays de Tampa Bau que lo tenía como uno de sus prospectos y ahora tampoco los Cardenales.
“La verdad no lo sé”, aseguró el toletero que dejó slugging de .624 en 2022 y que sonó 53 extrabases esta zafra. “Sigo trabajando. Esforzándome. Quiero ser mejor cada día para demostrar que sí puedo llegar allá”.
Es por eso que decidió llegar temprano a los Bravos de Margarita, equipo que lo adquirió desde los Navegantes del Magallanes. Espera que una zafra completa en la LVBP, rodeado de toleteros como Ramón Flores, David Rodríguez y Breyvic Valera le permitirá conseguir eso que le falta, pero que nadie le dice.
“Estoy contento por el recibimiento que me dieron en el equipo. Sé que aquí tendrá oportunidades para crecer y convertirme en un mejor pelotero. Mi intención es mejorar y ayudar en todo lo que se pueda a los Bravos”, expuso.
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Posible respuesta para Moisés Gómez
Las estadísticas no dicen todo, aunque sí bastante. Especialmente en el mundo moderno del beisbol que, entre la sabermetría y las evaluaciones de potencial, muestra el comportamiento de los peloteros.
De esta forma, los guarismos recientes de Moisés Gómez muestran que efectivamente es un toletero de poder, algo deseado en MLB. Sin embargo, tiene problemas para hacer contacto y no es precisamente un bateador paciente, quizás la virtud más buscada entre los conjuntos de las Grandes Ligas.
Gómez tiene un porcentaje de embasado vitalicio en las Ligas Menores de .317, muy bajo para un slugger. Mientras que en los dos últimos años se ha ponchado 354 veces en 1.068 apariciones oficiales, algo alarmante y que necesitará corregir de inmediato.
En lo que concierne el outfielder, su deseo es desarrollar todas las facetas. Entiende que su swing todavía debe pulir para golpear más pelota y su disciplina en el plato es necesario que aumente, sin embargo, no es lo único
“Vengo a trabajar todo. Mi bateo, la defensa, correr las bases. No me puedo enfrascar en una sola cosa, sino en ser un pelotero más completo”, aseguró el cuarto bate de Margarita.
Pareciera ser la actitud correcta para un bateador en desarrollo.