Ningún lanzador con récord negativo había ganado el premio al Pitcher del Año en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional. Nadie con apenas dos juegos ganados, ni siquiera un relevista, había prevalecido entre los electores. El triunfo de Mario Sánchez rompe el hilo de la tradición.
¿Refleja la votación de la temporada 2022-2023 un cambio de visión en la mayoría de los sufragantes con respecto al peso de las victorias al evaluar la calidad de un monticulista? ¿Qué es esto, paréntesis o quiebre? En cualquier caso, es una alteración del patrón convencional.
Pero no parece un cambio de paradigma.
Mario Sánchez, derecho de las Águilas del Zulia, se unió a Oswald Peraza (1987-1988), Ricardo Palma (2004-2005), Willie Eyre (2005-2006) y Andrew Baldwin (2010-2011) en el listado de apenas cinco campeones en efectividad que ganaron el Pitcher del Año sin necesidad de acompañar ese liderato con el de victorias o ponches. Solo cinco desde la primera entrega del galardón, en la zafra 1985-1986.
No obstante, también escasean los ganadores del Pitcher del Año con las victorias como único argumento. Han sido siete los proclamados que coronaron el arco del triunfo sin haberse impuesto también en ponches o efectividad. Nuestros votantes procuraron siempre un equilibrio. Al detenerse en cada poseedor del galardón observamos cómo hubo alegatos más allá de los laureles.
A muchos amantes del beisbol les parece una herejía conferirle el título de Pitcher del Año a un monticulista con dos victorias y récord negativo, pese a evidencias tangibles de que se puede ganar un partido sin lanzar bien y se puede lanzar bien sin ganar un partido.
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Un buen ejemplo de lo primero ocurrió durante el presente Round Robin, el 5 de enero. Williams Pérez, de Cardenales de Lara, recibió cinco carreras limpias en igual cantidad de innings, permitió seis hits y repartió cuatro boletos e igual cantidad de ponches. Ganó porque Lara le hizo doce a los Leones del Caracas en una sola entrada y 19 en total. Dos días después, en Maracay, Ricardo Pinto admitió una sola carrera en 4.2 episodios. Es decir, sacó un out menos que Pérez. Por reglas de anotación, Pinto no podía optar a la victoria. Si estas proporciones se conservaran a lo largo de una campaña quién de ellos merece recompensa ¿Pinto o ¿Pérez?
Hay episodios aún más elocuentes ¿Recuerdan a Félix Hernández con los Marineros de Seattle, versión 2010? Durante aquella contienda de Grandes Ligas hubo nueve aperturas en las cuales Hernández no pudo reclamar el laurel, pese a lanzar al menos siete innings y encajar dos carreras limpias o menos. Eso incluyó una salida con blanqueo de ocho actos. Si las victorias hubiesen sido alfa y omega para los periodistas encargados de elegir al Cy Young habrían entronizado a C.C Sabathia por su 21-7 y 3.18 de efectividad por encima de Hernández y su 13-12 con 2.27. Como saben, Hernández prevaleció, con todo merecimiento. Fue más dominante, hizo mejor su trabajo, más allá de la foja. Mario Sánchez, a entender de la mayoría, hizo lo propio durante la 2022-2023 y por eso es un justo vencedor.