Jocketa María Alejandra Bruzual, pasajes de una vida próspera y triunfante

Antonio José Medina
Antonio José Medina
María Alejandra Bruzual, una atleta valiente / INH
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Tras la partida inesperada de la jocketa María Alejandra Bruzual, de 43 años de edad, se reavivan los recuerdos, anécdotas y su gran esfuerzo por salir adelante en un medio hípico tan competitivo y dominado por los hombres.

María Alejandra siempre fue cordial con los medios de comunicación. Sonriente, amena y antes de partir, compaginó una bonita amistad con su colega Cindy Carrero Adams.

En diversas entrevistas que nos concedió a lo largo de su carrera, la jocketa reveló muchos detalles de sus inicios en la profesión en el Hipódromo La Rinconada.

Nació en el 29 de julio de 1980 en Mérida. Desde que cumplió un año viajó a Caracas junto a su mamá y sus dos hermanos.

María Alejandra Bruzual comenzó en la equitación

La joven merideña siempre tuvo ese amor por los caballos y decidió comenzar en la Escuela de Equitación de Fuerte Tiuna. Allí cumplió dos años de aprendizaje.

Pero, tenía en mente ser jocketa y llegó al Hipódromo La Rinconada. Comenzó en la Promoción Emisael Jaramillo junto a sus colegas César Sánchez, Bernardo Monticelli, Smith Toro (+), Brett Parra, entre otros.  

“Venía al hipódromo en las mañanas. Y en las tardes hacía mis pasantías en la Nestle, ubicada en Plaza Venezuela”, dijo.

“De allí salía corriendo porque entraba a clases a las 6 de la tarde hasta las 10 de la noche. Ese era mi día a día”, contó en una entrevista que nos concedió para nuestro programa Dimensión Hípica Radio el 9 de julio de 2017.

Con mucho esmero, se graduó de Licenciada de Administración de Empresas y Técnico en Banca y Finanzas.

Desde ese momento, compartía sus labores como aprendiz a jocketa en las mañanas y en las tardes, de 12 al mediodía hasta las 4 de la tarde, en una empresa familiar en Altamira.

Caribeño le acompañó en su aprendizaje

Bruzual relató que en esos primeros pasos de su aprendizaje como jocketa en el Hipódromo La Rinconada, agradeció la ayuda del entrenador Francisco “Kiko” D’Angelo.

“Me ayudó mucho. Tenía un caballo de carrera llamado Caribeño. Después fue el pony. Primero iba a la batea y luego a la pista a las 10 de la mañana”, contó en aquella entrevista.

“Cuando no había mucha gente, D’Angelo me bajaba a la pista y me enseñaba de cómo galopar”, dijo.

“Me costó muchísimo. Pasaba todos los días en 21” arrancada con Caribeño. Pobrecito. Pero, poco a poco iba agarrando el time”, narró.

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El amor que duró más de 20 años: María Alejandra Bruzual y Luis Francisco Martín / INH

Luis Martín, su guía y pareja hasta el final

En medio desde esos primeros pasos de María Alejandra, apareció el entrenador Luis Francisco Martín. Anteriormente, destacado jinete en La Rinconada.

Luis Martín, en los senderos de su caballeriza, enseñó a María Alejandra montar los caballos en silla y todo el arte que significa conducir un purasangre de carrera.

Pero, en esa comunicación diaria y la buena relación entre ambos, surgió el amor que duró más de 20 años.

Trabajó en la caballeriza de Luis Martín y lo ayudó en la contabilidad. Estaba pendiente de las pensiones de los propietarios.

Al mismo tiempo, María Alejandra dijo que cuando el capataz estaba libre, se quedaba dos días en la caballeriza atendiendo a los ejemplares de Luis Martín.

Para variar, ayudó a su pareja a realizar los pesos de los jinetes en los días de carreras.

Recuerdo que, en aquella entrevista, María Alejandra Bruzual soltó que nunca existió celos entre ambos. “Cada quien tiene su espacio”, dijo.

“Cero celos. A él lo chalequean en los traqueos con mujeres y cafeseras. Yo no le paro a eso”, expresó jocosamente en aquel momento.

El último adiós a María Alejandra

Este domingo 15 de octubre se inició el acto velatorio de María Alejandra Bruzual en el Cementerio del Este.

Allí compartimos ese afligido momento. Luis Martín visiblemente golpeado, recibió el pésame de todo un gremio hípico que lo acompañó en esta inesperada despedida de su amiga y compañera.

Se marchó una dama muy querida por sus colegas y por todos los que formamos parte de este maravilloso hipismo venezolano. Ganadora de 3 carreras en los últimos meses.

Perdimos a una atleta que proporcionaba ese toque de fragancia a los días de traqueos y carreras.

La jocketa María Alejandra Bruzual, descansa en paz. Siempre te vamos a querer y recordar. QEPD.

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