El pasaje de regreso de Bravos a Margarita cuesta medio millón de dólares, según cálculos aproximados de Giuseppe Palmisano, quien preside la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP).
Ratificado para permanecer al frente de la LVBP al menos por otra temporada más, Palmisano encabeza la comisión designada para evaluar la factibilidad de repatriar a unos Bravos desterrados en las últimas tres temporadas, primero por la pandemia de Covid-19 y después a causa del deterioro sufrido por el Stadium Nueva Esparta de El Valle, municipio García de la entidad neoespartana. Durante ese periodo, Margarita ha sido la divisa errante de la pelota nacional y le ha tocado asilarse en Valencia y Macuto. Palmisano se ha trazado como meta la devolución de Bravos a su fanaticada insular para el torneo 2022-2023.
“El equipo ha planteado la necesidad de regresar a Margarita, donde está su afición”, dijo Palmisano en el podcast El Infield. “Soy una persona optimista y creo que, con el apoyo de la Gobernación de Nueva Esparta y del Ministerio del Deporte, eso es posible”.
Que sea posible para nada implica que sea fácil, ni barato. Acondicionar el estadio de Guatamare requiere una inversión de unos quinientos mil dólares, de acuerdo a los estudios de factibilidad. “Las torres de iluminación están muy dañadas por la cercanía del mar y las luminarias están inservibles”, apuntó Palmisano.
“La nueva iluminación LED que se instaló en el estadio Universitario de Caracas exigió una inversión de alrededor de 300 mil dólares, y la idea sería hacer lo mismo en Margarita. Hay que colocar los acolchados, que es una exigencia de Major League Baseball. En este momento, el estadio no aprobaría en la evaluación de MLB. Hay que hacer ajustes menores en el campo, así como en los clubhouses, taquillas y zonas de atención al fanático. En total, serían unos quinientos mil dólares”, prosiguió el presidente de la LVBP.
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Palmisano declaró en El Infield que hay consenso entre los ocho clubes para preservar tanto la serie de comodines incluida la campaña anterior como el Round Robin.
“Hubo equipos que consideraron una injusticia que el sexto lugar tenga oportunidad de avanzar si quedó tres o cuatro juegos debajo del quinto, pero el sistema es justo porque para que el sexto pase al Round Robin tiene que ganarle dos juegos al quinto, y en la casa del quinto”, dijo Palmisano, quien apuntó que también hay acuerdo con respecto a la incorporación a la liga de las nuevas reglas aplicadas en MLB este año: reloj para pitchers y bateadores, almohadillas más grandes y prohibición de los alineamientos extremos en el infield, los llamados shifts.
Otro punto que genera convergencia es retomar el Programa Antidopaje. “Claro que hay preocupaciones por los costos, pero hay que verlo como una inversión en legitimidad”, destacó Palmisano, quien adelantó que, lo más probable, es que se mantenga el calendario de 56 juegos por participante. “Hubo representantes de equipos que propusieron recortarlo, pero se acordó no retroceder. La idea es que ningún socio salga perdiendo”. Según Palmisano, en la temporada pasada hubo equipos con números en azul y otros que quedaron ras con ras, pero nadie salió con las tablas en la cabeza.
Pese a haber sido ratificado en el cargo, el presidente de la Liga, miembro del Consejo Directivo de los Navegantes del Magallanes, considera necesario regresar a los tiempos cuando la Junta Directiva de la LVBP estaba conformada por personas independientes, sin vinculación con alguna de las ocho organizaciones afiliadas.