Desde la noche de Año Nuevo los hermanos Ramos preparaban lo que sería su reencuentro como batería con Tigres de Aragua. Fue un plan bien pensado y repasado que se ejecutó con tintes de perfección la noche del jueves, en la blanqueada bengalí 7-0 sobre Navegantes del Magallanes, con el Estadio José Pérez Colmenares de Maracay como escenario.
Por primera vez en la temporada 2022-2023 más de 5 mil personas se dieron cita en el feudo maracayero (5.259), siendo la oportunidad propicia para presenciar una cátedra de pitcheo de David. En 6.1 innings de labor, el diestro solo permitió dos hits, ponchó a igual cantidad de rivales y otorgó un boleto, para erigirse como el ganador de la noche y respaldar la decisión del club de escogerle como adición, en el Draft de Adiciones y Sustituciones.
«Estaba un poco nervioso porque se quieren hacer las cosas bien», admitió el lanzador al departamento de prensa del equipo, luego de finalizado el encuentro. «Estuve muy emocionado y orgulloso de tener a Wilson allí atrás en el plato. Son cosas que no se dan muy a menudo en el beisbol, pero fue una bendición. Es un catcher que respeto mucho por su trayectoria tanto en Grandes Ligas como acá en Venezuela. Me dejé llevar por él, hablamos en el clubhouse y me pidió que le lanzara los pitcheos donde me los pidiera».
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Fue la segunda ocasión que David y Wilson hacían dupla pitcher-receptor. La anterior también había sido contra la galera, pero en Valencia, el 7 de enero de 2015. Un hecho que replicó David en la misma postemporada de aquel año, el 20 de enero con Natanael, su otro hermano careta, frente a Tiburones, en la capital aragüeña.
La preparación de los hermanos Ramos
Wilson solo había actuado en una ocasión como cátcher durante el último mes, fue en el inicio del Round Robin, precisamente contra el buque en la contundente derrota 14-0. Unas molestias físicas le impidieron hacerlo con regularidad, siendo limitado a un rol de designado en los otros tres juegos que disputó desde el 2 de diciembre. Pero ningún dolor le quitaría el chance de repetir la historia fraternal.
«Estoy muy contento del trabajo que hicimos tanto David como yo, todo el crédito para él porque atacó muy bien a los bateadores, un lineup como el del Magallanes, bastante peligroso, pero supo localizar bien los pitcheos y le ha dado muy buenos resultados esta temporada», describió el dos veces convocado al Juego de Estrellas en Grandes Ligas. «Por eso fue nuestra primera escogencia en el draft. Lo demostró hoy, lo que hizo fue impresionante al tirarles esa cantidad de ceros».
La faena de David fue completada por Yender Cáramo, Jorgan Cavanerio y Adam Hofacket. Ahora, los brazos felinos, luego de permitir las 14 carreras de la artillería naval en los primeros cinco capítulos, acumulan 21 episodios sin admitir anotaciones, hasta antes de la jornada del 6 de diciembre, que les tiene en la punta del todos contra todos con récord de 2-1, junto a Cardenales de Lara.
Dudas disipadas
Las últimas tres aperturas de David despertaron algo de incertidumbre, con voces que presagiaban un cansancio acumulado de la campaña. En ese lapso lanzó 12.2 episodios y dejó promedio de carreras limpias de 7.82, con 20 imparables admitidos y seis pasaportes. Sin embargo, en su regreso a Maracay, dejó claro el por qué es uno de los candidatos al Pitcher del Año.
«Él ha venido trabajando toda la temporada. Todo lo que hizo no fue una coincidencia, se ha fajado. Trabajó muy bien durante la temporada muerta y esos resultados que tuvo durante la temporada fueron a consecuencia de esa labor», aseguró Wilson, el mayor de los hermanos Ramos. «Ahora esperamos que siga haciendo lo mismo que hizo hoy, para que nos siga ayudando a conseguir otro título».
Esta historia promete tener algunos capítulos más por contar.