Misión cumplida. La Vinotinto Sub-23 de Ricardo Valiño puede presumir su primera victoria en el Preolímpico realizado en casa, después de vencer por la mínima a Colombia. A pesar que el juego aún dejó detalles cuestionables, se logró el objetivo de ganar para permanecer con vida y se sostuvo el resultado hasta el final, otro aspecto pendiente.
Ortega sigue brillando en la Vinotinto Sub-23
El volante del Caracas FC sigue ratificándose como uno de los desempeños más regulares de todo el torneo para los venezolanos. Nuevamente volvió a ser el punto de equilibrio de la selección, metiéndose en esta oportunidad entre centrales para dar la salida.
Un aspecto a considerar de cara al futuro, es que muchas veces se encontró sin línea de pase cercana, pues Carlos Faya y Telasco Segovia se encontraban más altos en el campo y no sirviéndole de apoyo, generando espacios y distancias entre líneas.
Además de esto, Ortega ofreció claridad con sus pases filtrados, combatió cada pelota y recuperó efectivamente, así como sobresalió en duelos y ratificó su gran visión de juego. Incluso cuando entró Emerson Ruíz se le liberó un poco de tantas responsabilidades defensivas, dándole mayores libertades para sacar su galería.
«Cuando el rival sale nosotros vamos a apretar alto, entonces cuando salta la línea, el volante que fue a presionar queda arriba y tiene que hacer un retroceso más largo. En la construcción según como se presente el partido, no bajamos a los tres volantes. Bajamos a dos, sacamos a uno por fuera y a veces descendemos a uno de los extremos para poder tener juego entre líneas y no solamente juego lateral, a veces estamos más precisos, encontramos más el pase y a veces no. Pero el equipo se estira un poco porque queríamos ir a buscar a Colombia al área contraria», explicó al respecto el entrenador, Ricardo Valiño.
«En determinados momentos es difícil sostener esos niveles de intensidad. Hicimos un partido correcto, cuando pudimos atacar a Colombia lo hicimos con triangulaciones, salidas hacia afuera para terminar por dentro, la pasada (profundidad) de Renné Rivas para generar 2 vs 1, el equipo mostró cosas interesantes. Hubo momentos donde perdimos intensidad y la pelota. Defensivamente jugamos un partido correcto, pero quiero destacar la actitud de los jugadores: hoy se mataron dentro de la cancha«, agregó.
Movilidad de los jugadores de ataque
Otro detalle a tener en cuenta fue la constante movilidad de David Martínez, Telasco Segovia, José Riasco, y hasta el propio Carlos Faya. La idea de sorprender mediante diagonales (sobre todo Martínez y Riasco, mientras Jovanny Bolívar y Segovia sobrepoblaban el área), se hizo evidente y además fueron receptores de muchos lanzamientos al espacio para desmarcarse y ganar las espaldas colombianas.
«Bolívar jugó un gran partido porque hoy apostamos por un ataque rápido, sin darles referencias fijas a los centrales de Colombia, lo sacamos para darles diagonales y atacarlos con los dos extremos hacia adentro y creo que hizo un desgaste importante«, aseguró el argentino.
Ciertos buenos momentos de posicionamiento y pressing del rival obligaron a buscar esta alternativa en largo, a veces con éxito, en otras creando pérdidas de balón, pero en líneas generales, generando ocasiones.
Esta no fue la única opción de la Vinotinto Sub-23, que del mismo modo creó interesantes sociedades a partir de la zona 2 (zona de progresión), pero tal como se expuso previamente, sí le costó mantenerse junto en salida en zona 1 (zona de iniciación de juego). Los volantes estuvieron atentos para ganar pelotas a la espalda y generar por dentro, obligando a Colombia a ser mejor en las transiciones defensivas.
Pese a esto, por tramos no hubo un claro dominador más superior que el otro y hasta la posesión fue compartida. Los nacionales no fueron una máquina aplanadora, pero sí supieron controlar cada fase del juego.
El mejor partido de David Martínez
La tercera es la vencida puede decir el juvenil de Monagas SC. Es el partido del Preolímpico donde fue más influyente para la Vinotinto Sub-23. Seguramente los minutos progresivos de competencia le han ayudado a estar más cerca de su mejor versión, algo que se agradece porque su rebeldía para buscar el arco y rematar a distintas distancias, así como su calidad técnica y las diagonales de afuera hacia adentro fueron importantes en el apartado ofensivo.
Otro nombre propio que dejó pinceladas de buen fútbol fue Telasco Segovia, quien cuando se lanzó a banda izquierda dejó grandes gestos técnicos, regates, engaños corporales, duelos ganados e inteligencia para atacar el espacio.