En la temporada regular 2022-2023 de la LVBP hubo presencias de peso sobre los terrenos que argumentaron el dominio in crescendo del bateo sobre el pitcheo. 30 de los 44 jugadores -46 si se incluye a los extranjeros- que vieron acción en la última campaña de Grandes Ligas y engalanaron los terrenos locales en el presente certamen, fueron bateadores. Un hecho notorio en el promedio al bate exhibido de .310 entre el contingente ligamayorista, aún más demoledor que el average del circuito de .283.
Ninguna otra liga del Caribe, entre las cuatro que Baseball-Reference recaba información estadística actualizada, registró tal superioridad de la ofensiva. En la Liga ARCO Mexicana del Pacífico el promedio de bateo fue de .245 y en la Liga de Beisbol Profesional de República Dominicana (LIDOM) bajó hasta .223, apenas por encima de la Liga Roberto Clemente de Puerto Rico, con .222.
Los lanzadores de la pelota rentada venezolana padecieron el castigo de los maderos, con un promedio de carreras limpias de 4.86. Diametralmente opuesto al 3.00 en la Isla Borinquen, o al 3.05 en Quisqueya, e incluso muy superior al 3.34 en México. Y si algo dejó en evidencia al grueso de serpentineros en el campeonato nacional, fueron los duelos contra paleadores con etiqueta grandeliga inmediata.
La toletería bigleaguer despachó 811 hits, el 19,19 % de los conectados en la ronda regular. 85 de los jonrones llevaron sello ligamayorista, el 25,30 % del total. Además, empujaron 402 carreras, el 18,30 % definitivo y anotaron otras 460, el 19,50 %.
Estas cifras toman su justa dimensión cuando la muestra de 30 jugadores de Gran Carpa, si bien resultó un avance superlativo al último lustro, tan solo representó el 15,80 % de los 190 beisbolistas que tuvieron al menos una aparición al plato, de acuerdo al número de activos que arrojó una búsqueda en el motor de Pelota Binaria
El rugido de Leones
Entre Freddy Fermín, Eugenio Suárez, Gleyber Torres, Lenyn Sosa, Harold Castro y Orlando Arcia batearon .330 (569-188), con 13 vuelacercas, 80 impulsadas y 103 anotadas. Suárez regresó al circuito con estacazo en su primer turno, Castro ligó cuatro imparables en su estreno ante Navegantes del Magallanes y Fermín, bueno…Fermín terminó como campeón bate, es firme candidato al Novato del Año unánime, y también un postulante de peso para el Jugador Más Valioso. Aunque eso no le quite el sueño.
Espectáculo made in en La Sabana
Tiburones de La Guaira vio desfilar a la mayor cantidad de bateadores grandeligas (7). Pero no solo fue cuestión de cantidad, sino de calidad sumada a la LVBP. Los primos Ronald Acuña Jr, Maikel García y Alcides Escobar montaron el show en su natal pueblo de La Sabana y prosiguieron la juerga dentro de las rayas de cal. A ellos les acompañaron Juan Yépez, Carlos Sánchez, Ehire Adrianza e Israel Pineda. Entre todos se fusionaron para promedio de .320 (579-185), con seis cuadrangulares, 68 fletadas y 117 pases por la registradora. En el caso de García, fue segundo del circuito en anotadas, con 48, solo detrás de José Rondón (Leones).
Mención aparte para Rafael Marchán. Si bien es cierto integró el roster de los Filis de Filadelfia en algunos pasajes de la temporada, no llegó a disputar encuentros debido a una lesión. Con el cardumen exhibió línea ofensiva de .361/ .477/ .389 con 26 incogibles, 16 fletadas y 14 anotadas. Números que no fueron tomados en cuenta para el objetivo de este texto, pero merecen referencia de honor.
Vuelo tardío
El 15 de diciembre debutaron Salvador Pérez y Rougned Odor con las alicaídas Águilas del Zulia. Para ese entonces ya al borde del abismo; y aunque Pérez (de 22-7, 2HR, 7 CI, 5 CA) y Odor (de 23-11, 2 HR, 7 CI, 7 CA) hicieron lo que se esperaba de ellos, resultó tarde. Antes ya se habían anidado José Herrera, Ender Inciarte, Liván Soto y José Godoy, pero el impacto no fue el mismo. Toda la representación rapaz ligó para .257 (338-87), muy por debajo de la media. Remolcaron 53 rayas, y anotaron otras 41.
Una bandada bien condensada
Cardenales de Lara sumó «solo» cuatro toleteros, pero tres de ellos consumaron más de 100 turnos, siendo el único equipo de la liga que gozó de ese triple privilegio. Ellos fueron Jermaine Palacios, que estuvo pletórico con promedios de.400/.471/.633 para OPS de 1.104, con 48 incogibles, entre ellos 18 extrabases (cinco bambinazos y 13 dobles), 23 carreras empujadas y 33 anotadas. Además de Ildemaro Vargas, que fue líder en tubeys de la liga, con 17, y Odúbel Herrera, quien a pesar de los vaivenes físicos superó la veintena de remolcadas (21) y pases por el plato (22).
Ah, el «otro», fue Andrés Giménez, uno de los mejores jugadores del Big Show en el último curso. Por acá estuvo en diciembre y se le vio durante 11 desafíos. El cuarteto cardenal del éxito cantó para .330, 10 vueltas al cuadro, 71 remolcadas y 95 anotadas.
Tribu diezmada en la LVBP
Caribes de Anzoátegui resintió las ausencias de Víctor Reyes y Rafael «Balita» Ortega en la zafra. Aún más cuando Willians Astudillo debió detener su actuación tras la inminente firma en Japón con los Halcones de Fukuoka. Diego Castillo participó en 22 compromisos y dejó una grata impresión, con su versatilidad al campo y buen bate, que le hicieron merecedor de mantener su status en roster de 40, ahora con los Cascabeles de Arizona. Mientras que, José Azócar, fue el único que desde su llegada, se mantuvo hasta las últimas consecuencias, la eliminación oriental luego de 12 clasificaciones en fila a postemporadas de la LVBP.
Astudillo, Castillo y Azócar se combinaron para batear .305 (86-282), con siete batazos a las gradas, 56 empujadas y 37 anotadas.
Par de caretas en el buque
La condición de agentes libres de los receptores Robinson Chirinos y Luis Torrens les permitió comenzar a jugar antes de que Navegantes del Magallanes recibiera la enmienda en la licencia OFAC. Y una vez subsanado el sempiterno veto, siguieron siendo los únicos que vieron acción con la galera. Diciembre no trajo regalos en Valencia con el logo MLB. Pero Torrens fue genio y figura desde su arribo, con average de .387 en 19 careos, con tres jonrones, 15 fletadas y 13 engomes. Para Chirinos el proceso fue más lento en su retorno a la LVBP, arrancó fuera de ritmo con el madero, con un hit en 18 turnos, aunque enderezó un poco para fijar promedio final de .220, con cinco cuadrangulares, 14 remolques e igual número de marcadas.
El caso de la Isla
Carlos Jesús Pérez fue «El Naufrago» entre los grandeligas de Bravos de Margarita y su bate hizo de «Wilson». El receptor e inicialista fue el único bigleaguer que puso su madero a las órdenes del mánager Luis Dorante, y cumplió con creces. Participó en 53 juegos, fletó 39 rayas a la causa isleña, disparó 56 petardos (entre ellos cinco estacazos) en 195 turnos, para promedio de .287 y anotó 32.
La LVBP esperó por El de La Pica
Eduardo Escobar se mantuvo fiel a los Tigres de Aragua pese a su status y la incertidumbre con las sanciones. Iba al Estadio José Pérez Colmenares de Maracay, invitaba a los aficionados a no abandonar a los bengalíes ante un es estrepitoso inicio, prometía que estaría uniformado con el equipo apenas dieran la ansiada luz verde. Y así lo hizo. Solo él repartió líneas una vez llegado el fin de la sanción, pero mucho le agradeció la LVBP en pleno. Bateó .361 (36-13), con un jonrón, seis empujadas y ocho anotadas. Aunque eso fue lo de menos.