Para Henry Blanco, el actual coach de receptores de los Nacionales de Washington, la segunda temporada de un careta en las Grandes Ligas es la más compleja, pues a ese punto, los oponentes han tenido una campaña para scoutear a un máscara que todavía sigue en su proceso de adaptación al máximo nivel. Allí es justamente en el lugar en donde se encuentra Keibert Ruiz en la actualidad y sus resultados de la primera mitad de la temporada sugieren que el venezolano está sufriendo para contrarrestar esos estudios de los rivales.
Próximo a cumplir los 25 años de edad, Ruiz se mantiene como uno de los defensores de su posición más jóvenes en todas las mayores. Los números defensivos que registró en su primera zafra completa con los Nats en 2022 no fueron extraordinarios, pero sí hablaban de una promesa que tenía un inmenso potencial, tal como asomaron los scouts cuando catalogaron al valenciano como uno de los mejores prospectos de todo el béisbol hace algunos años.
«En la gran carpa aprendes todos los días», le dijo Blanco a The Washington Post. «Está llegando al punto en el que sabe que tiene que hacer esto para poder ser un buen receptor a este nivel. Está preocupado por sus números. Está preocupado con respecto a las cosas que necesita hacer para ayudar a su equipo a ganar. No están saliendo de la manera correcta en este momento, pero estoy seguro de que en la segunda mitad de la campaña vamos a ver a un Keibert diferente», agregó.
Retroceso alarmante
La principal razón por la que las estadísticas defensivas de Ruiz se presentan como preocupantes para los Nacionales en la actualidad es porque significan un bajón considerable con respecto a lo que obtuvo en esos mismos renglones en 2022. Este año, el criollo tiene el cuarto peor «pop time» en MLB (el tiempo que pasa desde el momento en el que el careta recibe la pelota hasta que el segunda base la obtiene) con 2.05 segundos. Mientras tanto, en su zafra de novato, esa cifra marcaba 2.00 segundos, que si bien no es élite, le permitía posicionarse en la mitad de la tabla.
Keibert Ruiz. 😮 ¡Qué clase de brazalete! 🚀 pic.twitter.com/w1KmK2QEmt
— LasMayores (@LasMayores) April 8, 2022Asimismo, en la contienda anterior registró cinco bloqueos por encima del promedio ante potenciales «passed balls» y «wild pitches». Por su parte, en lo que va del vigente certamen tiene siete bloqueos por debajo del promedio. Quizás más alarmante aún es el hecho de que marca -12 en el departamento de «Catcher Framing Runs» (una estadística que convierte las bolas que se hicieron strikes por el mascoteo del receptor y las transforma en carreras salvadas). Ese es el peor registro entre los caretas del «Big Show» este año y está muy por debajo del -4 que obtuvo un año atrás.
«Es mejor que seas un jugador completo cuando llegues a las Grandes Ligas para que demuestres lo que puedes hacer. De lo contrario, te va a tomar un tiempo el poder desarrollar todo eso«, explicó Blanco.
Culpa compartida
Otra área en la que Ruiz ha mostrado retroceso en esta temporada es a la hora de retirar a los corredores en intento de robo. En 2022, los rivales trataron de estafar almohadillas ante él en 51 ocasiones y el carabobeño retiró a 14 de ellos, la segunda mayor cantidad en las mayores. Pero en la primera mitad de 2023, los oponentes han intentado robarle bases en 52 oportunidades y apenas ha podido sacar out a tres.
Los Nacionales entienden que es una culpa compartida, pues los lanzadores también tienen responsabilidad en el movimiento de los rivales cuando están en circulación y el mismo mánager Dave Martínez ha señalado que sus brazos tienden a ser algo lentos al momento de realizar sus mecánicas.
«Todo el mundo está hablando de los números a la hora de lanzar a la segunda base. Tu nivel de confianza disminuye. Él ha estado ahí», contó Blanco. «Tratar de recuperar esa sensación es inmenso para él. Estoy seguro de que voy a verlo retirar a más corredores en segunda y recuperar esa confianza«.