Aunque parezca básico, hablar de baloncesto nunca fue tan sencillo como cuando se trata de explicar a los Denver Nuggets y a Nikola Jokic. Sin importar que hayan ganado o no el juego dos, que sí lo hicieron, es muy didáctico ver jugar al serbio y cómo hace partícipes de esto a sus compañeros.
Si buscan palabras rebuscadas o términos que solo se usan para demostrar “conocimiento”, este no es el lugar. ¿Por qué? Porque Jokic siempre hace lo correcto. De 100 decisiones en un encuentro, 99 son buenas. Y, si falla, fue por timing, pero no por optar por ese pase.
Ahora bien, a esto se le suma contar con un anotador como Jamal Murray en tu quinteto. Cuando la defensa de Miami trata de ajustar para frenar al serbio, aparece Murray cortando al aro, tomando tiros de tres con alto porcentaje o creándose su propio tiro a partir del drible.
Si usted suma estas dos variables, el resultado es una pareja llamada a dinamitar toda la NBA. Porque, repito, no importa si no ganan. El espectáculo y la forma de jugar van más allá del resultado. Claro, a todos les gusta ganar y más cuando estás al más alto nivel. Pero sería muy básico quedarse solo con el marcador de un juego.
La universidad del baloncesto, presentada por Nikola Jokic
Comparar el físico de Nikola Jokic con, por ejemplo, LeBron James traería consigo exaltar al “23” y defenestrar al serbio por no equipararse siquiera en lo más mínimo. No obstante, el talento de Jokic no está en su físico, sino en saber jugar como si él mismo hubiera inventado el baloncesto.
Sentarse a ver jugar a Nikola debería ser considerado obligatorio para todo aquel que quiera tener algo que ver con esta disciplina en todas sus escalas. Tan sencillo y básico como él no habrá otro capaz de engalanar al basket.
Jokic en el ranking histórico de #NBAFinals :
— 5° en puntos
— 8° en rebotes
— 4° en asistencias pic.twitter.com/8A7ELKjYKt
— NBA Latam (@NBALatam) June 8, 2023Ahora bien, siempre es importante contar con compañeros que cumplan sus funciones y que, aparte, el líder haga sentir vitales en el equipo. Casos como el de Bruce Brown o Christian Braun son el vivo ejemplo de esto. Siempre están en el lugar correcto, en el momento indicado.
Volviendo a Jokic, ¿cómo se explica que haya promediado un triple – doble en la temporada regular y otro triple – doble en los playoffs y no haya sido escogido MVP? Lo sabrán solo los eruditos que eligieron a Embiid, ellos sí que fueron muy básicos en su análisis.