Para la gran mayoría de los lanzadores en la actualidad, enfrentar a una alineación como la de los Angelinos de Los Ángeles, que cuenta con algunos de los mejores toleteros de las Grandes Ligas, como Mike Trout y Shohei Ohtani, puede resultar una verdadera pesadilla. Sin embargo, en el caso de Jesús Luzardo, visitar el Angel Stadium se torna hasta terapéutico. El escenario que suele ser hostil para sus colegas se transforma en una sala de meditación y rehabilitación para el zurdo.
Jesús Luzardo, quien jugó los primeros dos años y medio de su carrera en el máximo escenario con los Atléticos de Oakland, rivales divisionales de los serafines, conoce muy bien el «Big A» desde un buen rato. Y después de una salida compleja ante los Gigantes de San Francisco el pasado 21 de mayo, en la que permitió seis hits e igual número de carreras en cinco episodios sobre el ruedo, aterrizar en Anaheim para su siguiente presentación terminó siendo una nueva bendición para el criollo.
«Sí, no lo sé», señaló el escopetero sobre su éxito en la casa de los Angelinos, en declaraciones recogidas por MLB.com. «Siento que incluso en mi tiempo con Oakland, he lanzado bien aquí y no sé el motivo. Pero sí me gusta lanzar acá, el montículo simplemente se siente cómodo«.
Dominio en el momento justo:
El viernes, Luzardo trabajó por espacio de cinco capítulos en los que toleró siete incogibles y solo una anotación, además de regalar un boleto y pasar por la guillotina a siete contrarios. En general, en 11 innings de trabajo en el Angel Stadium a lo largo de su trayectoria en la gran carpa (tres presentaciones, dos aperturas), el siniestro ha recibido 10 imparables y dos rayitas limpias, junto con un par de boletos y 21 ponches.
La actuación del exprospecto fue particularmente importante para Miami por el momento en el que tuvo lugar, pues los dirigidos por Skip Schumaker registraron apenas dos victorias en los primeros siete desafíos de una gira por San Francisco y Colorado. Para los peces, que intentan mantenerse competitivos en la compleja división Este de la Liga Nacional, iniciar con el pie derecho en esta serie era de gran importancia.
El único inconveniente de Luzardo en la salida fue la cantidad de pitcheos que realizó, necesitando de 91 balas para completar sus cinco entradas. No obstante, el talentoso lanzador logró someter a la temible alineación de los Angelinos, incluyendo a Trout y Ohtani, que se fueron de 6-1 de forma combinada ante los envíos del venezolano, con tres ponches y un rodado para dobleplay.
Una herramienta clave:
De los 21 bateadores del equipo californiano que se midieron a Jesús Luzardo en la jornada, 11 de ellos recibieron strikes como el primer envío del turno y el pitcher generó 12 swings fallidos con su slider, el último lanzamiento que utilizó en seis de sus siete ponches.
«Su slider fue real esta noche», indicó Schumaker. «Hizo que varios bateadores muy buenos se vieran bastante mal«.
Durante una apertura en abril del año pasado, también en Angel Stadium, el lanzallamas consiguió 12 ponches, cifra que se mantiene como la más alta para él en una misma salida en las mayores.
Ahora, con una rápida recuperación tras su peor aparición del año en San Francisco, los Marlins confían en que Luzardo enderezará el camino de forma definitiva, dejando atrás los fantasmas de la inconsistencia que lo han atormentado durante toda su carrera hasta ahora.
«Hizo un gran trabajo de navegar a través de algunos innings complicados«, aseguró el timonel. «Pensé que iba a poder lanzar seis o siete innings hoy, pero se metió en algunas cuentas profundas y eso le terminó costando esa posibilidad», agregó.