Las quinielas han rodado en el Mundial de Qatar. Uno de los protagonistas de este hecho es Japón, que se graduó de matagigantes. La victoria ante Alemania se repitió contra España, para dejar en el pasado la caída ante Costa Rica. De esta forma los Samuráis Azules ganaron su grupo y se medirán en octavos contra Croacia. Para lo que muchos es un gran batacazo, para José Mourinho no fue «una loca sorpresa», cuando le consultaron sobre el triunfo nipón ante los germanos.
“Creo que la mentalidad de los jugadores del equipo también puede marcar la diferencia. Pienso que en este momento en el fútbol europeo hay un gran enfoque en el individuo, un gran enfoque en los egos”, indicó el estratega lusitano. Japón es un bloque que no necesita la posesión, que incluso le «regala» un tiempo al rival. En el complemento se transforman en Godzilla y en par de fogonazos logran perforar las redes del rival. Presión, transiciones rápidas y orden. Su duelos son una clase de faltas tácticas para anular al rival, sin llenarse amarillas. Sin jogo bonito, pero con resultados que hace dos décadas solo eran posibles en Supercampeones, el anime.
El titiritero que mueve los hilos es Hajime Moriyasu. Cuando todo parecía navegar en aguas tranquilas para Alemania y España, las modificaciones del estratega generaron un ola como la de Kanagawa. Kouru Mitoma y Takuma Asano son un incordio para lo rivales. Pero el que hace erupción al ingresar, como si el Monte Fuji botara lava, es Ritsu Doan. El atacante es la gran revelación de un combinado que llegaba con Takefusa Kubo y Takumi Minamino como los referentes, pero que han tenido un rol testimonial.
El poderío de Japón más allá de Asia
“Estamos alcanzando el estándar global. Mostramos nuestras capacidades desde el fútbol asiático. Cuando encajábamos un gol, continuamos. Tienes que ser persistente, entonces puedes irte. Tenemos que ser duros hasta el último minuto y luego podemos aprovechar este momento”, soltó Moriyasu. Los futbolistas japoneses no son solo Oliver y Benji. Ya no llegan a Europa solo para captar el adinerado mercado asiático. Entre 1998 y 2010, Japón no tuvo más de cinco jugadores extranjeros en su convocatoria al Mundial. Hoy en día son hasta 19 en el Viejo Continente.
“Esta es la belleza del fútbol. A veces ocurre. Ahora el centro de atención está de nuestro lado. Es la hora de bailar, ahora y en el futuro. Solo cuatro jugadores de campo en esta lista tienen 30 años o más. Japón está construido para ser la respuesta tan esperada de Asia para competir con el establecimiento del deporte», explicó el central Maya Yoshida, en zona mixta. Desde su primera participación en Francia 1998 ha clasificado a octavos en cuatro oportunidades, incluyendo esta en Qatar. Ahora buscarán romper su techo de cristal y pasar a cuartos.
El colapso de España
”Hemos entrado en modo colapso. Este es un deporte inexplicable y ahora explica que has dominado durante 80 minutos, y que has perdido. En el descanso les dije que estuvieran atentos porque ellos se iban a venir arriba porque estaban eliminados, pero entramos en modo colapso y repito, no tengo nada que celebrar”, aseveró Luis Enrique Martínez, entrenador de España. El asturiano añadió: “Japón ha tenido cinco minutos, nos han hecho dos goles y en diez nos han desarbolado. Si hubieran necesitado dos goles más también nos los hubieran metido”.
Otras de las reflexiones del ex entrenador de Barcelona fue: “En el fútbol no hay caminos fáciles.Hay merecimientos, y hoy no estoy nada contento. Nos hemos clasificado, pero yo quería ser primero y haber ganado este partido”. Mientras que Pedri soltó:“Han sido 10-12 minutos que estábamos fuera, una sensación de agobio tremenda. Tenemos otra oportunidad y tenemos que ir con todo”. La Roja pasó de tener las mejores sensaciones tras arrollar a Costa Rica a llenarse de dudas, tras caer ante Japón. Su próximo duelo será ante Marruecos, en octavos.