Japón dejó en el terreno a México y obtuvo boleto a la final

Jose Angel Rodriguez
Jose Angel Rodriguez
Foto @MLBNetwork
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Sosuke Genda tocó la bola con dos strikes en la octava entrada para mover a los corredores. Shohei Ohtani tiró el casco mientras corría hacia segunda base y gritó como nunca se le vio sobre un terreno. Munetaka Murakami despertó de un letargo ofensivo. Todos esos hechos insólitos en la pelota moderna ocurrieron en la emocionante victoria de Japón 6-5 sobre México la noche del lunes en la semifinal del Clásico Mundial de Beisbol.

Un doble de Murakami -el vigente recordman japonés de jonrones para una temporada de la NPB que no había podido batear durante el CMB- en el cierre del noveno episodio ante Giovanny Gallegos, con hombres en el segundo y primer cojín, se convirtió en la primera conexión para dejar en el terreno de una selección nipona en la historia del torneo, de acuerdo a Elias Sports Bureau. Una línea láser de 111 millas por hora salió hacia el jardín central disparada del bate del samurai, que para ese momento llevaba de 4-0 con tres ponches en el encuentro.

El triunfo de la representación asiática frente a 35 mil 933 aficionados -venta total- en el LoanDepot Park de Miami, significó su tercer avance a una Gran Final del certamen, tras coronarse en las dos primeras ediciones, en 2006 y 2009. El martes junto a Estados Unidos, en el mismo escenario, harán realidad el enfrentamiento entre los dos gigantes de la industria de la pelota, quizás el soñado por los organizadores.

Con la pizarra en contra 4-5, Ohtani abrió el noveno acto con un tubey al jardín izquierdo y aupó estacionado en la segunda almohadilla despojándose de su perenne solemnidad. El siguiente en el orden fue Masataka Yoshida, el nuevo jugador de Medias Rojas de Boston, que en el séptimo tramo con un cuadrangular empujó tres carreras para igualar de manera parcial 3-3 y establecer un nuevo récord de impulsadas (13) en un Clásico Mundial. Pero ni ese ímpetu histórico quebró su paciencia zen para negociar base por bolas a Gallegos y dejar la escena servida para Murakami.

Ukyo Shuto ingresó como corredor emergente en la inicial por Yoshida y se engomó con un frenético sprint que alcanzó una velocidad de 30.4 pies por segundo, siendo 30/s considerada élite. Recorrió el camino desde primera hacia el home en 10,28 segundos, según datos de Sarah Langs.

Japón supo remar a contracorriente

Todo el planeta esperaba ver a Roki Sasaki, el fenómeno de lanzador de 21 años de edad que realiza envíos continuos entre las 100 y 102 millas por hora. Si bien es cierto que pudo mostrar su arsenal, también lo fue que un estacazo de Luis Urías con dos hombres en circulación en el cuarto capítulo opacaron un poco su actuación.

En la acera contraria el abridor zurdo Patrick Sandoval pintó de blanco a la toletería japonesa durante cuatro entradas y un tercio de labor, con seis ponches.

Por el bullpen asiático solo Yoshinobu Yamamoto, dos veces triple coronado y nombrado Lanzador del Año en Japón, permitió carreras. Le hicieron dos en 3.1 innings.

Mientras que por los norteamericanos, los apagafuegos permitieron las seis rayas del encuentro, todas libres de suciedad. El siniestro JoJo Romero admitió el estacazo de Yoshida y uno de los corredores fue herencia de José Urquidy.

Ya en el octavo, Japón recortó distancia siendo fiel a su estilo. Con hombres en segunda y primera, sin outs, Genda tocó la bola, aún cuando fracasó en sus dos primeros intentos que terminaron en foul. Finalmente hizo avanzar a los corredores. Hotaka Yamakawa, que en el último certamen de la NPB disparó 41 jonrones, entró como bateador emergente en lugar del receptor Takuya Kai, y elevó de sacrificio hacia la izquierda para el 4-5.

Un preámbulo del «pandemonium» más ceremonial que se recuerde dentro de unas rayas de cal.

«Tenemos que quitarnos el sombrero ante el equipo japonés», dijo el mánager de México, Benji Gil, a MLB.com. «Ningún equipo merecía perder, pero alguien tenía que ganar. Ambos equipos tuvieron una gran actuación, un gran pitcheo de ambos lados y ningún equipo se rindió. Creo que Japón sigue adelante, pero el mundo del béisbol ganó hoy».

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