Inglaterra llegó a Qatar como un candidato por su calidad individual, pero sumergido en muchas dudas por su rendimiento reciente. Al frente iba estar una selección rocosa como Irán, que con Carlos Queiroz -tercer Mundial consecutivo con los persas- habían complicado a Argentina (2014), España y Portugal (2018). Pero el primer equipo asiático en clasificar al Mundial no compitió. Los «Three Lions» sacaron el rodillo y le pasaron por encima 6-2 sin piedad.
El encargado de abrir el marcador fue Jude Bellingham y luego se abrió el grifo: Bukayo Saka, por partida doble, Raheem Sterling, Marcus Rashford y Jack Grealish. Por los iraníes anotó los de la honra Mehdi Taremi, delantero de Porto (Portugal). Este partido no será solo recordado por lo apabullante que fue Inglaterra, sino por la lesión del portero persa Alireza Beiranvand, que desembocó en una cantidad absurda de tiempo de reposición: 14 minutos en la primera parte. Con todo definido, en el complemento, el árbitro Raphael Claus agregó 10 más.
La pizarra de Inglaterra
En el ojo del huracán estaba Gareth Southgate por sus planteamientos, que suelen ser una camisa de fuerza para todo el talento con el que cuenta esta Inglaterra cosmopolita. Ante Irán decidió prescindir de la línea de tres en el fondo y volver a una tradicional línea de cuatro. Una zaga que contó con Harry Maguire, central que ha desembocado en un meme, pero que en área rival fue determinante: un poste y una asistencia a Saka. Pero se marchó lesionado y con responsabilidad en el primer gol de los persas.
Sin embargo, el gran nombre propio de Inglaterra fue el volante Jude Bellingham, en lugar de Kalvin Phillips como pareja de Declan Rice. Más allá de abrir el marcador con un cabezazo, siempre le dio fluidez al sector medular de los británicos. Luego la libertad de movimiento de Raheem Sterling lo hizo indescifrable para los rivales. De Harry Kane hay poco que agregar, no marcó, pero dio dos asistencias y fue ese nexo entre mediocampo y el ataque, habitual en él. De esta formas los ingleses exorcizan sus fantasmas y pisaron fuerte.
Irán con la cabeza en otro lado
La muerte de la joven Mahsa Amini, bajo custodia policial, sacudió a la sociedad iraní. Los jugadores no fueron ajenos a la situación y se mostraron a favor de las protestas contra el régimen. Previo al partido contra Inglaterra se hablaba más de si iban a evitar cantar el himno en forma de protesta, más que de fútbol. La polémica se remonta incluso al momento de anunciar la lista por parte de Carlos Quieroz, en especial, sobre la figura de Sardar Azmoun. El delantero del Bayer Leverkusen fue uno de los más críticos en redes sociales.
«Todo el mundo sabe las circunstancias actuales, el ambiente de mis jugadores no es el mejor ambiente, en términos de compromiso, concentración, porque se ven afectados por esos temas», declaró Queiroz. El DT portugués alabó a sus pupilos y le tiró un dardo a los hinchas.
«Estoy muy orgulloso de ellos, de la forma en que se levantan, siguen luchando y le marcaron dos goles a Inglaterra en estas circunstancias (…) Lo hicieron bien, muy orgullosos de lo que hicieron. Pero, por supuesto, si quieres un ejemplo, en 2014 y 2018 tuvimos el apoyo total de los fans. Ahora, viste lo que pasó hoy. Es por eso que invito a los fanáticos de Irán que aún no están aquí para apoyar al equipo, deben quedarse en casa», cerró el extimonel de Real Madrid.
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