Con Henry Blanco al frente, los Tiburones de La Guaira se reagruparon tras la peor temporada de su existencia y accedieron a una final del beisbol profesional venezolano por primera vez en once años. Por eso tantos dieron por sentado que el exreceptor mirandino proseguiría como mánager guairista para la campaña 2023-2024.
Hubo cierta extrañeza cuando Antonio José Herrera, presidente de los litoralenses, declaró que la gestión de Blanco sería sometida a evaluación. La gerencia demoró más de tres meses en publicar la nota y Blanco quería certidumbres, a más tardar, el 5 de abril. Una vez expiró el plazo, el coach de catchers y estrategia de los Nacionales de Washington optó por considerar otras opciones y fue así como terminó al mando de Cardenales de Lara.
Desde la capital de Estados Unidos, donde la lluvia postergó el juego entre los Nats y los Piratas de Pittsburgh, Henry Blanco ofreció a Sello Deportivo su perspectiva sobre cómo se precipitaron los acontecimientos que lo condujeron hasta Barquisimeto.
“Pasaron muchas cosas y uno debía tomar su decisión”, apuntó Henry Blanco, vía telefónica. “Me hubiera encantado regresar porque se creó un buen ambiente en el clubhouse con los peloteros, pero nunca nos pusimos de acuerdo. Me dolió mucho, pero así es este negocio”.
Lee también: Henry Blanco designado mánager de Cardenales de Lara
Blanco hizo hincapié en el factor tiempo para explicar su decisión de explorar otros horizontes. “Tanta espera”, dijo, “para poder discutir el contrato”.
“Hubo varias explicaciones”, comentó Blanco. “Como que debían aguantar por la venta del equipo, algo que entiendo. Pero en ese lapso se me cerró una puerta para ir a República Dominicana y no quería que se me cerrara otra por seguir esperando y que al final decidieran que no iba a continuar con Tiburones y entonces me quedara sin dirigir. Ellos pedían que les diera chance hasta el 15 de abril, mientras se hacía efectiva la venta del equipo”. El compás de espera de Blanco no llegaba tan lejos: se cerraba el 5 de abril.
“Llegó el 5 de abril y como para esa fecha no llegamos a ningún acuerdo empecé a considerar otras alternativas”, desgranó el otrora capitán de los Leones del Caracas, luego jugador y después mánager de Bravos de Margarita en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional antes de asumir el control de Tiburones de La Guaira para el periodo 2022-2023. “Fue cuando me contactaron desde Cardenales de Lara”.
De acuerdo con Henry Blanco, el infielder Ildemaro Vargas, capitán de Cardenales y jugador de los Nacionales en Grandes Ligas “fue clave” para allanar el camino hacia el Antonio Herrera Gutiérrez.
“A Ildemaro lo tenemos aquí en los Nacionales y me preguntaba si iba a regresar con La Guaira”, expresó Blanco. “Me mencionó que Cardenales buscaba mánager y le dijo a la gerencia que yo podía estar disponible. Me recomendó ante ellos y sugirió que podía encajar bien en el equipo. Me reuní por Zoom con Humberto y Carlos Miguel Oropeza (presidente y gerente general de Lara) y con el Chato Yépez (gerente deportivo). Me gustó la conversación porque hablamos claro y me permitieron tomarme mi tiempo antes de decidir. Acepté. Todos saben que Cardenales es tremendo equipo. Les faltó muy poco para meterse en la final de la temporada pasada”.
El coach de pitcheo y el “analítico” de Henry Blanco
Hace dos semanas, Carlos Miguel Oropeza declaró al podcast El Infield que el plan de la oficina era conservar la mayor parte del cuerpo técnico del cual se rodeó Carlos Mendoza durante el certamen anterior. Citó a coaches como Nelson Prada, César Izturis y Oswald Peraza. A Henry Blanco le parece útil rodearse con ellos, “porque conocen el equipo y es importante dar continuidad”.
No obstante, sí habrá novedades, aunque no lo son para el piloto de 51 años de edad. “Ricky Bones será mi coach de pitcheo”, apuntó Blanco sobre el exlanzador puertorriqueño que lo acompañó con Tiburones en la zafra 2022-2023. “Kenny Díaz (puertorriqueño quien fue su asistente de control de calidad con La Guaira) va a ayudarme con la parte analítica”.
Henry Blanco conoce a la afición de Cardenales de Lara. La sabe exigente. “Todos queremos llegar al mismo punto: obtener el campeonato. Para eso vamos a trabajar bastante”, se despidió.