Hajime Moriyasu, el samurái de mil batallas

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Un camino sinuoso ha llevado al DT de Japón a ser un gran estratega / REUTERS
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El batacazo de Japón sobre Alemania, se fraguó en el entre tiempo con la pizarra de Hajime Moriyasu. Un DT curtido en el sufrimiento. En el primer tiempo daba la sensación de que los teutones tenían los tres puntos amarrados, pero los tantos de Ritsu Doan y Takuma Asano voltearon la tortilla. Los nipones cambiaron a línea de tres y consiguieron el «Milagro de Doha», su mayor hazaña en el balompié. En un hito que tiene que ver mucho la pizarra de Moriyasu, un samurái de mil batallas.

«Estamos alcanzando el nivel del fútbol mundial. Estamos mostrando al mundo nuestra capacidad y la del fútbol asiático. Cuando concedimos un gol, continuamos. Tuvimos que ser persistentes. Y firmes hasta el último suspiro del partido. Recién ahí pudimos abrazar este momento”, aseveró Moriyasu, luego del histórico triunfo. El DT agregó: “Decidimos luchar con tenacidad, lo que nos llevó a la victoria. Luchamos con la fuerza colectiva del equipo, una guerra total. Es un momento histórico”.

Una hazaña sin jugadores de la talla Keisuke Honda y Shinji Kagawa, que realza más la figura del estratega. En su país no cuenta con mucho respaldo, por el contrario es resistido. Con la prensa tampoco es muy abierto para hablar de táctica; sin embargo, ante Alemania demostró sus virtudes tácticas.

Las cicatrices de guerra de Moriyasu

En su etapa como jugador, Moriyasu fue parte del equipo de Japón que ganó la primera Copa Asiática (1992). Pero el mediocampista, un año después, sufriría un trauma futbolístico en Qatar. La recordada «Agonía de Doha» contra Irak, en el que un empate agónico los dejaría fuera de Estados Unidos 1994, en su lugar clasificó Corea del Sur. Los nipones tendrían que esperar hasta Francia 1998 para escuchar su himno en una Copa del Mundo. Como dato curioso compartió campo con el legendario Kazuyoshi Miura.

En su camino en los banquillos ganó tres títulos del torneo local (J League) con el Sanfrecce Hiroshima y fue asistente de Akira Nishino en Rusia 2018. Cabe destacar que Nishino tomó el lugar del bosnio Vahid Halilhodžić, a dos meses del Mundial. Así culminaban ocho años con entrenadores extranjeros en los Samuráis Azules. Moriyasu llegó para afrontar los Juegos de Tokio 2020 y la cita ecuménica de 2022. “Doha es un lugar de frustración y tristeza para mí, pero no estoy pensando en venganza”, dijo ante del torneo en Qatar. Ya se sacó esa espina.

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Nexo Bundesliga y J League

La relación de los japoneses con el fútbol alemán data de la década de los 60, cuando la Federación del país asiático contrato al técnico alemán Dettmar Cramer, como asesor para los Juegos Olímpicos de Tokio 1964. Otro punto alto fue cuando Yasuhiko Okudera salió del Furukawa Electric, luego de una gira por suelo teutón, rumbo al Colonia, con el que ganó la Bundesliga. También militó en Hertha Belín y Werder Bremen. Fue un pionero.

De la convocatoria de 26 jugadores para Qatar, 19 juegan en Europa y nueve en la Bundesliga. “Somos agradecidos y respetuosos con eso. Muchos alemanes han contribuido y nos han ayudado con el fútbol japonés. Hoy Japón ganó, pero Japón quiere continuar aprendiendo de Alemania y el resto del mundo”, cerró Moriyasu.

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