El cambio en el Gleyber Torres de la primera semana y media de torneo el año pasado con el de esta temporada es gigantesco. Más allá de los números habituales como promedio, jonrones y OPS, el venezolano ha demostrado un giro drástico en su enfoque en el cajón de bateo, algo que el mismo caraqueño admite que trabajó durante su corto paso por la Liga Venezolana de Béisbol Profesional.
Durante su estreno con los Leones del Caracas en el invierno, Torres ganó una mayor disciplina mientras enfrentaba a los típicos lanzadores veteranos que reinan en el Caribe, mismos que suelen mezclar una gran cantidad de envíos en sus aperturas. El grandeliga de los Yankees de Nueva York intentó llevar al máximo su cuenta en cada uno de los turnos que tomó, lo que le permitió trabajar en uno de sus objetivos principales: «No poncharme mucho«.
Y en estas primeras cambio de la contienda con los mulos, la directiva de la histórica organización está recogiendo algunos de los frutos de ese trabajo del criollo, que hasta hace poco estaba envuelto en rumores de cambio que prometían materializarse en cualquier momento.
Presencia en las bases
Torres, de 26 años de edad, llegó a la jornada del lunes 10 de abril con una tasa de ponches del 24.3%, la cuarta mejor entre los toleteros calificados en estas primeras de cambio del torneo. Sus nueve bases por bolas recibidas solo estaban por detrás de las registradas por Mike Trout. En 2022, el exprospecto no obtuvo su noveno pasaporte hasta el 4 de junio, su juego número 49 de la campaña.
«Estoy tratando de ser más paciente de lo normal«, explicó el camarero, en declaraciones recogidas por FOX Sports. «Sin intentar brincarle a los pitcheos. Solo tratar de ver los envíos muy bien e intentar poner la bola en juego».
Asimismo, Torres también es dueño de la octava tasa de ponches (8.1%) más baja en estos primeros nueve cotejos del campeonato. Mientras tanto, en esa misma cantidad de duelos el año pasado, su tasa del 25.0% rankeaba en el puesto 166.
«Muy paciente. Turnos bajo control», indicó el mánager de Nueva York, Aaron Boone. «De eso es lo que es capaz. Lo hemos visto. Esperemos estar viendo a un tipo que está ingresando en el mejor momento de su carrera. Es un muchacho joven. Pero siento que todos los turnos han sido súper competitivos, bien sea que terminen bien o no. Hay mucha calma en todo lo que está haciendo allá afuera ahorita».
Una amenaza con las piernas
Pero la mejoría de Torres no solo se ha visto reflejada con el madero y en su disciplina, sino que el dos veces All-Star también ha comenzado a robar bases con un ritmo nunca antes visto en su trayectoria como ligamayorista. En su temporada de novato en 2018, el avileño se estafó solo seis almohadillas, luego cinco al año siguiente, una en 2020, 14 en 2021 y 10 en 2022.
Torres se ha robado cinco bases en poco más de una semana en el vigente torneo y hace unos días se convirtió en el primer jugador de los Yankees desde el inmortal Rickey Henderson en 1989 en recibir seis pasaportes y estafar cinco almohadillas en sus primeros seis choques.
«No tiene temor en las bases y trabaja con instinto. Está haciendo un gran trabajo en ser paciente. Obviamente, está escogiendo sus momentos de forma sabia. He estado muy satisfecho con él en las almohadillas hasta ahora. Indudablemente ha sido un factor y es crédito para él por trabajar en distintas cosas», comentó Boone.
Actuaciones como las que está registrando Torres son imposibles de mantener durante todo un calendario de 162 compromisos, pero si el venezolano consigue sostener un ritmo cercano, los rumores de cambio se transformarán en charlas de extensión, como una vez se sospechó tras su explosivo inicio en las Grandes Ligas.
«Cada día que estoy en el lineup, estoy tratando de dar mi 200%», aseguró el paleador. «Simplemente quiero estar aquí por un largo tiempo. Me siento en casa aquí. Si tengo que hacer algo mejor, intento hacerlo y trato de estar aquí con los muchachos».