La historia de Gleyber Torres en los últimos años está bien documentada. Un pelotero que ha tenido problemas para repetir el excelso desempeño que mostró en sus primeras dos campañas con los Yankees de Nueva York, que ha ido perdiendo terreno en los planes principales de la organización y que ha estado envuelto en una gran cantidad de rumores de cambio en el más reciente año y medio.
Pero a pesar de todo eso, Torres se mantiene con un rol importante en la organización, algo que cobra un valor mucho mayor cuando se tiene en cuenta que el alto mando de los Yankees, por su historial ganador, suele tener poca paciencia con sus peloteros. Más allá de las fallas y de la inconsistencia, la directiva de los mulos sigue viendo potencial en el caraqueño y este pasado jueves, en la jornada inaugural de la temporada 2023, el dos veces All-Star recordó de lo que es capaz.
Como bateador designado del mánager Aaron Boone ante los Gigantes de San Francisco, Torres sacudió un cuadrangular de dos carreras hacia la banda contraria en el cuarto episodio, en lo que terminó como una victoria de Nueva York con pizarra de 5-0.
Piensa en el día a día:
Un solo batazo no le entregará en bandeja de plata la titularidad al criollo, pero sí sirvió como recordatorio de los estragos que puede causar en el pitcheo rival cuando está en su momento. Por ahora, Torres no pierde tiempo sacando cálculos de cuánto tiempo espera jugar o en qué posición.
«No, la verdad no. No tengo ninguna noticia», le comentó el infielder a The New York Post sobre si tiene alguna expectativa en particular sobre su tiempo de juego este año. «Pero estoy aquí para hacer mi trabajo en cualquier posición, en cualquier momento. Voy a jugar y hacer lo mejor que pueda. Vamos a ver qué decidimos a lo largo de toda la temporada sobre cuál será la mejor posición para mí«.
Si bien el paleador se mantiene firme en que aprovechará el tiempo de juego cuando sea y donde sea que se presente, el dirigente de los neoyorquinos debe tomar decisiones a diario con respecto a quién estará en la alineación. Desempeños como el de este pasado jueves indudablemente argumentan el caso de Torres para ser una figura estable en el lineup del club.
Éxito donde pocos lo encuentran:
«Se vio muy bien. Es capaz de conectar la bola con autoridad hacia el lado opuesto», explicó Boone. «Y contra el lanzador ante el que lo hizo. Es uno de los más difíciles que puedes pedir para levantar la bola«.
Torres despachó el bambinazo ante los envíos de Logan Webb, el abridor número uno de los californianos. El pitcheo que el venezolano sacó del parque fue muy similar al que utilizó el derecho para dominarlo con un rodado al campocorto más temprano en el juego. Por eso, el serpentinero no dudó en darle crédito a Torres por realizar el ajuste requerido de un turno a otro.
Webb tuvo el cuarto porcentaje más bajo de cuadrangulares permitidos en todas las mayores en la campaña anterior, tolerando apenas 11 en 192 entradas y un tercio de labor.
Sin embargo, el jonrón de Torres no fue lo único que impresionó a Boone durante el desafío, pues el mandamás también llenó de elogios al exprospecto por el boleto que consiguió para iniciar el séptimo acto.
Una sólida jornada no determinará si el caraqueño se quedará a corto o largo plazo en la organización, en especial ante la presencia de otras piezas de peso que pueden cumplir su misma función, como DJ LeMahieu, Josh Donaldson y Oswaldo Cabrera, además de otro venezolano, Oswald Peraza, en las menores.
Pero el buen arranque de Torres es una señal clara de que su caso no ha quedado en el pasado. Con apenas 26 años de edad, el toletero podría estar por ingresar en la etapa cumbre de su carrera y la espera de los Yankees en los últimos tres años bien podría recibir una gigantesca recompensa en las semanas venideras.