Gabriel Moreno tuvo una postemporada para el recuerdo el año pasado. El exprospecto conectó para un promedio de .296 en la Serie de Campeonato contra los Filis de Filadelfia e impulsó la carrera de la victoria para sus Cascabeles de Arizona en el séptimo choque, mismo que les otorgó su primer boleto a la Serie Mundial desde 2001. En la ronda regular, el receptor tuvo un desempeño más que aceptable para las serpientes, pero fue allí, en los playoffs, cuando más cuenta, en donde el alto mando del conjunto y el resto de sus compañeros se percataron de lo especial del venezolano.
«Demostró quién es y el jugador que es«, le comentó el abridor Brandon Pfaadt a The Athletic sobre el máscara. «En verdad vimos en la postemporada cuán cómodo está allí atrás, su habilidad para detener el juego y calmar al lanzador también».
Marca la diferencia
Si bien un equipo necesita de cada uno de sus integrantes con miras a obtener el objetivo final de ganar el «Clásico de Otoño», hay jugadores que indudablemente se transforman en esenciales. Un simple vistazo al desempeño de los Cascabeles con y sin Moreno en su alineación es más que suficiente para comprender que el careta es uno de ellos.
Cuando el larense estuvo en acción para Arizona en la contienda anterior, el equipo se fue de 71-57, mientras que sin él, algo que principalmente ocurrió en julio y agosto cuando estuvo lidiando con una molestia en el hombro, el balance del combinado fue de 23-28.
Así fue el primer jonrón de Gabriel Moreno en el Spring Training 🔥🇻🇪
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— BeisbolPlay (@beisbolplaycom) March 4, 2024«Nuestro récord con él en el lineup marcó la diferencia«, aseguró el mánager Torey Lovullo. «Cuando estuvo lesionado, las cosas no salieron bien para este equipo y eso fue por su habilidad para desempeñarse en ambos lados del juego. Es alguien que frena el juego de correr, un jugador con un disparo potente y atinado. Recibe los lanzamientos muy bien. Ofensivamente, tiene un gran peso en una alineación de por sí fuerte», añadió.
Como una joven promesa, Moreno llegó a Arizona con algunas deficiencias tras salir de los Azulejos de Toronto a finales de 2022, pero Lovullo y compañía se encargaron de atacarlas de inmediato, para convertir al barquisimetano en uno de los mejores receptores de toda la liga en la actualidad.
«El área de mayor crecimiento para mí fue a la hora de recibir, su habilidad de crear un plan de juego y comprender lo que hacemos aquí en Arizona», explicó el estratega. «Tomó algo de tiempo acostumbrarse a eso, pero tuvo mucho entusiasmo de aceptar las lecciones. Así que eso fue lo que llevó a más éxito hacia el final de la temporada».
Moreno, un gran estudiante
Según Jeff Banister, coach de banca de los Cascabeles y un exreceptor, a comienzos de la temporada Moreno solo necesitaba que le dijeran cuándo debía hacer una visita al montículo. A medida que la campaña avanzó, empezó a hacer esos viajes a la lomita por su propia cuenta y desarrolló una mejor idea de en qué momentos era prudente desviarse del plan de juego.
«Todo el mundo pone mucho énfasis en llamar el juego, pero tener ese instinto de béisbol es más que eso, ¿no?», dijo Banister. «Porque si todos supiéramos la calidad del pitcheo que vamos a recibir cuando lo pedimos, quizás no solicitaríamos algunos. Se basa en cómo esté lanzando, en la personalidad del pitcher, en dónde se encuentre física, mental y emocionalmente, todo eso. Este muchacho tiene una gran introspección de eso», agregó.
De acuerdo a Sports Info Solutions, los lanzadores de los Cascabeles marcaron una efectividad de 3.94 cuando Moreno estuvo detrás del plato, mientras que ese mismo porcentaje se elevó hasta 5.25 en sus ausencias.