Con el regreso tanto de Omar Narváez como de Tomás Nido desde la lista de lesionados cada vez más cerca, Francisco Álvarez no le está dejando fácil una decisión a los Mets de Nueva York. ¿Bajarlo a Ligas Menores una vez más o reestructurar la alineación? El tiempo se agota, y quien fuese el prospecto número uno del beisbol en 2022, ya comienza a dejar su huella en Grandes Ligas.
La sobrepoblación de receptores en el club, que además de Álvarez, Narváez y Nido incluye al recién firmado Gary Sánchez, es uno de temas a seguir durante las próximas semanas. Porque el movimiento natural indicaba que el joven de 21 años de edad fuese el sacrificado, pero su explosión ofensiva y evolución detrás del plato en los recientes septenarios, le han hecho posicionarse entre los favoritos de la afición neoyorquina, e incluso del clubhouse metropolitano.
“Lo está haciendo bien. Estamos orgullosos de él”, dijo el mánager Buck Showalter el domingo al New York Post, aunque poco antes del inicio del ruedo, el piloto no esperaba tenerlo en el equipo grande hasta septiembre. “De vez en cuando tienes que recordarte a ti mismo: es una esponja. Es un muy buen oyente».
En el lapso comprendido entre el 6 y el 21 de mayo, Álvarez lideró a los cátchers de la Gran Carpa en OPS 1.058, con al menos 25 apariciones al plato, señaló el periodista Mark Sánchez, del citado diario neoyorquino. Además, en el período disparó cuatro dobles y tres jonrones.
Francisco Álvarez también mejora detrás del plato
El domingo, Álvarez le recibió a Justin Verlander y realizó su aporte para que el as transitara ocho entradas de sólo una carrera, en el triunfo 2-1 contra los Guardianes de Cleveland, en el segundo desafío de una doble tanda.
Aunque tiene que mejorar el problema de la cantidad de robos (acumula 33 estafadas permitidas, la segunda máxima cantidad de la Liga Nacional), ha mostrado un avance en su framing (mascoteo), siendo el séptimo mejor clasificado según Statcast.
“Ha sido un muchacho duro y me encanta la forma en que absorbe todo”, expresó el estratega Showalter. “El esfuerzo y la energía ha sido contagioso”.
Llegará el momento, si no se presenta alguna otra vicisitud con lesiones, que Nueva York deberá escoger entre la superioridad defensiva de Nido, la explosividad en los bates de Sánchez y Álvarez, o la eficiencia en ambos lados del plato de Narváez. Por ahora, Álvarez parece decidido a seguirle «complicando» las cosas a Showalter, mientras le salva en otras.