El Estadio Monumental de Caracas Simón Bolívar era una incógnita. Para empezar, no se oficializó su nombre hasta pocas horas antes de la Serie del Caribe. ¿Sería tan grandioso como se veía en las fotos previas al inicio del torneo? ¿Su localización limitaría el acceso a los aficionados? ¿Favorecería a lanzadores o bateadores? Poco a poco las preguntas fueron respondidas.
El feudo de La Rinconada se erigió como la vedette de Gran Caracas 2023. Todos querían conocerlo. Y quienes lo hicieron, no podían creer lo que presenciaban. Cuando Humberto Oropeza, presidente del Comité Organizador del certamen dijo antes de la inauguración que el escenario era incluso mejor que cuatro o cinco de Grandes Ligas, la expectativa aumentó aún más. Pero fue una realidad.
Las rutas habilitadas para transportar a los asistentes funcionaron. De otra forma, el récord de concurrencia para un juego, de 35 mil 561 personas, no se hubiese podido fijar en la primera jornada. Por algunos momentos, se evidenció el caos colectivo por aquellos que buscaban una entrada. Así se vio reflejado en algunos vídeos publicados en las redes. A pesar de ello, el comportamiento durante los partidos fue ejemplar. Ni siquiera la puerta franca decretada para la final, generó inconvenientes de gravedad que afectaran el desarrollo de la actividad deportiva. Reinó el civismo.
Y en lo referente a sus características para el juego, la balanza se inclinó a favor de los lanzadores. En ese parque se disputaron 20 de los 32 desafíos del torneo, y solo se dispararon 11 jonrones, de los 18 en total del evento. Es decir, a razón de 0.55 vuelacercas por careo en La Rinconada y de 0.59 en el Estadio Jorge Luis García Carneiro, la sede alterna de Macuto.
Opiniones sobre las cualidades del Estadio Monumental de Caracas
«Pienso que el clima puede influir. Acá es frío, totalmente diferente a Macuto, allá la bola sale más. Si ven, acá no hay brisa, la bola rinde, especialmente por el jardín central», glosó Wilson Álvarez, coach de pitcheo de Leones del Caracas, campeón de Venezuela. Y en realidad, la temperatura promedio entre los 17 y 20 grados centígrados, fue un factor notablemente diferenciador con respecto al clima tropical de La Guaira. «Dimos un par de batazos que en el (Estadio) Universitario hubiesen estado a mitad de tribuna. Ayuda mucho, este estadio es bueno para los pitchers», sentenció el zuliano.
Siete cuadrangulares fueron disparados por el jardín izquierdo, donde la distancia hasta la barda es de 341 pies. Mientras que cuatro estacazos salieron por el derecho, donde el límite es de 330 pies. Solo José Rondón fue capaz de sacarlo en múltiples oportunidades, de hecho, fue el único con par de bambinazos en general.
«Más ventaja tienen en La Guaira por la brisa hacia el jardín izquierdo», mencionó José Moreno, mánager venezolano campeón con Cañeros de Los Mochis, de México. «Se han dado más jonrones acá (en el Monumental) solo por la cantidad de juegos que se han disputado, nosotros apenas hemos jugado dos partidos en Macuto». La delegación norteña dio sus tres únicas vueltas al parque en La Rinconada, siendo Reynaldo Rodríguez quien tuvo el honor de ser el primer jonronero en la historia del recinto.

La visión del pitcher
Para Braden Webb, lanzador estadounidense que actuó en un par de encuentros con Indios de Mayagüez, representación de Puerto Rico, eso de parques favorables para pitchers o paleadores, no existe. Aunque su línea de trabajo muestre que lanzó mejor en La Rinconada (relevo de tres entradas en blanco sin boletos), que en Macuto (apertura de tres innings y un tercio, con cuatro bases por bolas y una carrera limpia).
«Yo no creo mucho en que los estadios tengan mucha influencia en las salidas de los pitchers. Simplemente hay que ajustarse a la loma», afirmó, antes de deshacerse en elogios hacia el feudo capitalino. «Este parque tiene ambiente de Grandes Ligas». Uno más que lo experimentó.