Quizás tomó algo de tiempo desde su debut en las Grandes Ligas hace cuatro años, pero Jesús Luzardo parece finalmente haber puesto todas las piezas en su lugar. El venezolano, quien fuera uno de los grandes prospectos del pitcheo hace un lustro, luce preparado para llenar los zapatos que muchos pensaron que quedarían vacíos luego de que el zurdo batallara con algunos problemas físicos y de inconsistencia en años recientes.
Después de una sólida campaña con los Marlins de Miami en 2022, Luzardo ha mantenido el ritmo que dejó hace varios meses atrás. Primero con una dominante actuación con Venezuela en el pasado Clásico Mundial de Béisbol y ahora en medio de un gran arranque de contienda que lo tiene posicionado como uno de los mejores abridores de toda la Liga Nacional.
«El cielo es el límite para Jesús», le comentó la gerente general de los peces, Kim Ng, al Miami Herald recientemente. «Digo su nombre y una sonrisa me viene al rostro. Ha trabajado de gran manera en su juego entre las últimas temporadas muertas. De solo verlo mejorar y progresar, pienso que el cielo es el límite para él. Cuando tiene hombres en base es cuando realmente lo ves enfocarse. Pienso que solo eso es muy impresionante. Su habilidad de concentrarse, convertirlo en positivo y obtener los outs importantes es clave», añadió.
En la élite de 2023:
En sus primeras tres aperturas del vigente torneo, el siniestro registró una diminuta efectividad de 1.93, con un WHIP de 1.12 y 20 ponches en 18 entradas y dos tercios de labor.
Luego de superar momentos de mucha frustración y desespero, para Luzardo no cabe la menor duda de que el apoyo de sus seres queridos, más allá del trabajo en el campo, ha jugado un papel fundamental en la versión del criollo que se puede ver hoy en día sobre el montículo.
«Es gigantesco para mí tener una columna vertebral así«, explicó. «En las aperturas buenas y malas, en los peores momentos en mi carrera y probablemente en algunos de los mejores, ellos siempre están allí con el mismo apoyo».
Durante su sólida temporada pasada, el lanzador nacido en Perú, pero de padres venezolanos, marcó una efectividad de 3.32, con un WHIP de 1.03 en 18 presentaciones. Además, pasó por la guillotina a un total de 120 contrarios y apenas regaló 35 pasaportes. Los rivales le conectaron para un bajo promedio de .191 puntos.
Sin pensar en ascensos:
Ese éxito obtenido, junto con el gran inicio de la presente campaña, tiene a muchos expertos y aficionados colocando a Luzardo como el segundo mejor abridor en la rotación de los Marlins, después del dominicano Sandy Alcántara, quien se llevó el premio al Cy Young de la Liga Nacional el año pasado.
Para Luzardo, sin embargo, no se trata de ránkings entre sus mismos compañeros del staff. Bien sea primero, segundo o quinto, el zurdo solo está interesado en hacer su trabajo para ayudar a los Marlins a completar otra sorpresiva aparición en los playoffs, tal como ocurrió en 2020, cuando el venezolano todavía formaba parte de los Atléticos de Oakland.
«Solo soy uno de cinco. En realidad no me visualizo como el número dos entre los cinco abridores», aseguró el otrora prospecto. «Todos los chicos quieren salir y simplemente conseguir outs. Todos tenemos el mismo trabajo: mantener al equipo en el juego. Pero sin duda estoy honrado de ser parte de este conjunto y de esta rotación, en un club al que apoyaba desde que era un niño».
Y es que la mentalidad de Luzardo no tiene espacio para el individualismo. El escopetero sabe que los Marlins necesitarán de un gran desempeño de su parte para intentar batallar en la complicada división Este del vejo circuito, pero al final todo se trata de un aporte grupal.
«Realmente no me podrían importar menos mis números. Todos quieren ganar aquí. Por supuesto que un año completo estando saludable es mi prioridad. No me preocupo mucho por los números. Espero hacerlo bien, pero siento que mientras esté sano y siempre que el equipo esté ganando, todo caerá en su lugar», sentenció.