La llegada de Cristiano Ronaldo a el Al Nassr es un movimiento que patea el tablero del orden establecido en el fútbol mundial. Si bien Arabia Saudita dio la gran campana de la Copa del Mundo al vencer a Argentina y meses previos al comprar a Newcastle. Tras los pasos de Qatar, los saudíes sueñan con una cita ecuménica en 2030 y «CR7» puede ayudar.
El palmarés de Cristiano Ronaldo es tremendo. Con cinco títulos de UEFA Champions League y la misma cantidad de Balones de Oro. Alzó las ligas de España (Real Madrid), Inglaterra (Manchester United) e Italia (Juventus). Es el máximo goleador histórico de la Liga de Campeones y de su selección nacional, con quien ganó la Eurocopa y el UEFA Nations League. “El mejor atleta del mundo firmó oficialmente por el Al Nassr”, fue la forma cómo lo anunció el equipo que tiene nueve ligas de Arabia Saudita, la última en 2019.
La primera gran estrella de la Liga Profesional Saudí
En la primera división de Arabia Saudita hay jugadores con un pasado interesante en Europa. Esos son los casos de: Ever Banega, Odion Ighalo, Grzegorz Krychowiak, Felipe Caicedo, entre otros. Previamente estuvo el italiano Sebastian Giovinco, como gran referente. Pero todos muy lejos de la figura de Cristiano Ronaldo, a pesar de no ser el atleta de otrora, a sus 37 años sigue como uno de los mejores finalizadores del planeta.
“La liga es de un nivel de Primera. Más que nada porque la normativa permite tener a siete extranjeros por equipo y la mayoría tienen mucha calidad. La pasión de la gente es similar a la de Turquía”, le explicó Raúl Caneda al diario español El País. El estratega gallego dirigió el Al-Nassr entre 2014 y 2016. En su nuevo destino, Cristiano Ronaldo tendrá de compañeros a David Ospina, Vincent Aboubakar y Gonzalo «Pity» Martínez.
«El Al-Nassr está patrocinado por Qiddiya, una empresa vinculada al mundo del entretenimiento que depende del fondo soberano de Arabia Saudí, el mismo que detenta la propiedad del Newcastle. En realidad el control gubernamental de los clubs de fútbol es férreo. Arabia apunta a organizar el Mundial de 2030, en competencia con el proyecto en el que participa España y acaba de firmar un acuerdo con Leo Messi, que se ha convertido en embajador del turismo del país», expuso el medio español.
Los focos sobre Cristiano Ronaldo
“Traería una gran respuesta positiva y sería una gran noticia para todos. Estoy seguro de que todos conocen los logros y los registros de Cristiano Ronaldo, pero también como un jugador que es un gran modelo a seguir. Pienso, ‘¿Por qué no?’ Estoy seguro de que sería un trato muy costoso, por supuesto, pero podemos ver a nuestros clubes obteniendo mayores ingresos en los últimos dos años. No sería una transacción fácil para un club saudí o incluso para él, pero nos encantaría verlo a él o incluso a otros jugadores importantes del mismo nivel”, explicó Yasser Almisehal, presidente de la Federación de Fútbol de Arabia Saudita, en septiembre para The Athletic.
La operación no fue sencilla, son más de 200 millones por temporada y la firma hasta 2025. Aunque este año el equipo no juegue la Liga de Campeones de Asia. El destino es interesante porque los ingresos son netos, ya que los jugadores no pagan impuestos. «También inspirará a nuestra liga, a nuestra nación y a las generaciones futuras, niños y niñas, a ser la mejor versión de sí mismos. Bienvenido Cristiano(Ronaldo) a tu nuevo hogar”, indicaron en su presentación. No solo va jugar, sino a romper paradigmas.
Las barreras que romperá no será internas, sino también internacionales. «Desafortunadamente para aquellos de ustedes que esperan ver a Ronaldo regularmente para Al-Nassr, la Saudi Pro League no está disponible para ver fuera de Medio Oriente y el norte de África», explicó The Athletic. Seguramente eso cambiará, para que no solo esa regiones y los que vayan al Mrsool Park (25 mil asistente de capacidad) puedan ver a Cristiano Ronaldo. Este es el primer gran golpe del príncipe heredero Mohamed bin Salmán, en su afán de usar el fútbol como sportswashing para Arabia Saudita, además de influencia con soft power.