Quien diga que ningún equipo de pelota gana con valores intangibles como coraje, carácter, convicción, determinación, intensidad, valentía, templanza y actitud no vio a los Leones del Caracas atravesar un enmarañado Round Robin hasta alcanzar la final del beisbol profesional venezolano en su temporada 2022-2023.
La novena con peor diferencial de carreras, mayor inefectividad colectiva y menor slugging general, la escuadra que perdió al Más Valioso, al Novato del Año y al Productor del Año mientras se iba quedando sin pitchers abridores ni catchers resultó el primer inscrito en la fase definitoria. Tuvieron que poner el alma y la pusieron.
¿Quién daba un céntimo por el Caracas el 8 de enero de 2023 cuando fue a Barquisimeto para enfrentar a Cardenales de Lara y al Pitcher del Año Mario Sánchez sin Freddy Fermín, Novato del Año y Más Valioso, ni el Productor del Año José Rondón? De los tres receptores solo quedaba Jhonny Pereda porque Fermín se fue y Wilfredo Jiménez se lastimó.
Fue la noche cuando Ricardo Rodríguez se le presentó a los caraquistas con dos gigantescos ceros, uno de tres en bases sin outs y el siguiente con hombres sobre tercera y primera sin outs, y Silvino Bracho hizo uno de sus tres relevos de un inning y un tercio. También fue la jornada cuando Orlando Arcia asumió la regencia del ataque ante las pérdidas de Fermín y Rondón.
Caracas tenía viento en contra el 10 de enero contra los Navegantes del Magallanes en el Universitario. Los filibusteros llegaron rozagantes, frescos, descansados tras un día libre. Los Leones se presentaron ojerosos y amanecidos luego de bregar con los Tigres de Aragua hasta las tres de la mañana en Maracay. Aquel día Ronald Herrera probó su valor mientras Alí Castillo y Wilfredo Tovar aplicaban su uno-dos al mentón de los turcos.
Los Leones lucían irremisiblemente perdidos la tarde del 14 de enero en el Universitario. Jesús Vargas, iniciador de contingencia ante las draconianas restricciones impuestas al grandeliga Carlos Hernández desde Kansas City, recibió seis carreras en 1.2 entradas frente a los Tigres. Aragua ganaba 6-0 en el segundo acto y 7-2 hasta la alta del cuarto.
A hombros del Regreso del Año, el Caracas volvió del más allá. Oswaldo Arcia comandó el contragolpe con dos jonrones y cinco empujadas. Ese día hubo función en el circo de los hermanos Arcia, pues Orlando también la sacó y remolcó dos.
Caracas entró a la semana final del candelario sin certezas para la rotación, con el cumplidor Ronald Herrera lastimado, Carlos Hernández constreñido y el nicaragüense Juan Carlos Ramírez en picada.
La visita a Maracay el 19 de enero se antojaba tenebrosa para los avileños. Dependían de Hernández, sus 20 pitcheos por inning y dos entradas como máximo. Hernández no sacó un out, pero entre Alí Castillo, Isaías Tejeda y Niko Vásquez arroparon a Norwith Gudiño y su relevo de 3.1 tramos limpios.
¿Quieren ver a la valentía ganando juegos? Miren a Wilfredo Tovar pegando veinte hits arrastrando una pierna. Si Tovar fuera a la guerra sería el último en capitular.
¿Quieren ver al coraje ganando juegos? Miren a Jhonny Pereda, solo contra el mundo en la receptoría y despertando con el bate cuando más falta hacía.
¿Quieren ver al carácter ganando juegos? Miren a Silvino Bracho, un relevista alquilado dispuesto a hacer tres relevos de más de un inning y a lanzar en ocho de los 15 partidos del Caracas, con el Spring Training de Grandes Ligas a pocas semanas de distancia. Salvó cuatro de los nueve encuentros que mandaron al Caracas a la final.
¿Quieren ver a la convicción ganando juegos? Miren a Ricardo Rodríguez venir a relevar con el agua al cuello y hacer los outs necesarios. Hizo tres auxilios que le salvaron la vida a los felinos.
¿Quieren ver a la determinación ganando juegos? Miren a Oswaldo Arcia, Comenzó la postemporada afligido a la ofensiva, pero, una vez más, regresó y sonó cuatro bambinazos mientras producía 13 rayitas. Arcia jamás dio un batazo por perdido en el rightfield. Si había que zambullirse a lo Antonio Armas, se zambullía ¿Estrellarse contra la pared? Le dolerá más a ella.
¿Quieren ver a la actitud ganando juegos? Miren a Alí Castillo. Solo tenían que admirar sus turnos al bate y sus lances al guante. Primer bate modélico, el refuerzo de las Águilas del Zulia marcha líder en promedio (.415), hits (27, a tres de la marca para un Round Robin) y anotadas (18). Entre la actitud y la valentía -Castillo y Tovar- se asociaron para sonar 47 imparables, anotar 26 carreras y promediar .373.
¿Quieren ver a la intensidad ganando juegos? Miren a Orlando Arcia buscando rollings al hueco, adentrándose en los jardines para perseguir un globo, correr las bases camino del home y celebrar cada línea. Los Arcia han generado 26 de las 79 rayitas del club.
¿Quieren ver a la templanza ganando juegos? Miren la sangre fría con la cual Tejada va al plato en situaciones cruciales. De ahí su average de .339, su porcentaje de embasado de .424 y sus once fletadas.
En el Round Robin, al mánager José Alguacil le tocó administrar recursos que fueron escaseando con el pasar de los días. Supo hacerlo. Tomó decisiones que ganaron juegos. Se manejó con autoridad ¿Su recompensa? Dirigirá su primera final en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional y tratará de conservar intacto el espíritu del equipo para lograr una coronación que viene postergándose desde el torneo 2009-2010. El campeonato 21 de los Leones del Caracas aguarda a cuatro triunfos de aquí. El coraje, el carácter, la convicción, la determinación, la intensidad, la valentía, la templanza y la actitud serán importantes, aunque más lo será conseguir un par de abridores para reconstruir una rotación reducida a un solo hombre de fiar: Jhoulys Chacín. “Se están buscando abridores y la idea es asegurarlos este viernes”, dijo el gerente deportivo, Richard Gómez, mientras los jugadores relanzaban el orgullo caraquista, antes mancillado.