Deportivo Táchira es el equipo del momento en la Liga FUTVE. En el fútbol no siempre jugar bien es sinónimo de conseguir los resultados que te lleven a la obtención de los objetivos, incluso con lo subjetivo que resulte lo que es “bien” para unos y otros.
Si nos apegamos a lo puramente táctico, más allá de los estilos, jugar bien es dominar con tu modelo de juego y reproducirlo de la mejor manera. Es explotar tus fortalezas y potenciar en el rival sus defectos, algo que el aurinegro puede decir con creces.
Pero no solo juega bien. También juega bonito. Para mí resultaba inexplicable durante la primera ronda del torneo escuchar y leer que este equipo “no jugaba a nada”, cuando daba pinceladas de buen fútbol que hoy por hoy Eduardo Saragó ha potenciado.
Definir su estilo pasa por varias claves: la profundidad del lateral, Nelson Hernández, que se ha convertido en uno de los mejores futbolistas de la temporada con 4 goles y 6 asistencias, siendo importante en los centros y también interiorizando su juego como pasador por dentro, claro ejemplo del rol del lateral-volante moderno.
Hay que hablar también de sus buenos volantes centrales. Destacar a Maurice Cova es ser redundantes, pues desde hace tiempo es uno de los principales ejes de distribución del equipo (el segundo en dar más pases al campo rival, con una precisión que roza el 80%, según Opta), pero este año se le incorporó Leandro Fioravanti, que, a mi parecer, ha sido de los mejores en su posición este 2023.
La salida desde atrás en amplitud con sus centrales, de buen pie, es otro de los sellos de identidad, así como tener extremos habilidosos que destacan por su calidad individual en duelos, pero que además se mueven a distintos carriles y alturas para aportar colectivamente, como Yerson Chacón y Esli García.
Los rendimientos del guardameta Alejandro Araque, los centrales Carlos Vivas y Jiovany Ramos, así como José Luis Marrufo, le han permitido tener tranquilidad en el fondo para la construcción.
Con juego proactivo y monopolizador de la pelota, que circula de lado a lado hasta encontrar los espacios, a los equipos del estratega caraqueño de 41 años les gusta ser el que lleve la voz cantante, sin ser fundamentalista cuando es momento de tomar previsiones por el contexto de partido o el rival.
Los números del Deportivo Táchira no mienten
El mejor aval está en las estadísticas que arrastra el grupo, quebrando los propios récords autoimpuestos.
Saragó y compañía suman 22 partidos invictos, la mejor racha del club aurinegro hasta el momento.
Además, acumula siete juegos consecutivos con victoria, no conoce la derrota en casa, solo ha perdido dos partidos, es el segundo que más tantos han anotado (47) y es el que menos ha recibido (17), 15 arcos en cero en 30 jornadas, entre otros registros.
Pero este Deportivo Táchira comenzó a labrarse más atrás, exactamente en agosto de 2022 cuando el campeón con Lara asumió el mando.
“(Lo que marcó la diferencia) fue indiscutiblemente la mano del director técnico. Asumió el equipo sobre la jornada 26, estaba muy comprometido en el sexto lugar y tuvo que conformarse por pelear puestos de Sudamericana. Tuvo 12 bajas, 13 altas, con un cambio nominal de elementos a los que él le tenía confianza”, reflexiona el comentarista de Liga FUTVE, Carlos Luis Chacón.
“Se lo dije (a Saragó) y lo sigo considerando así: se demoró en llegar al Deportivo Táchira. Es un entrenador capaz, aplicado, trabajador y triunfador, su desempeño ha sido excelente”, valora el analista.
Él mismo recuerda el divorcio que había con la afición en los primeros meses, quienes rechazaron el rendimiento de jugadores internacionales, pero otra gran clave estuvo en la paciencia que desde la directiva y el cuerpo técnico les tuvieron.
“Una virtud inmensa es que (el club) tiene uno de los mejores ataques sin depender de un goleador, de una sola persona. Los tantos están repartidos entre muchos jugadores que en momentos claves cumplieron con su responsabilidad”, destaca.
En busca de la final
Un aliciente que tendrá Deportivo Táchira de cara a la fase final del campeonato es que tiene todo a favor para disputar el último partido, si clasifica, en su santuario: Pueblo Nuevo.
Antes de eso, debe superar dos Clásicos con Caracas FC, así como un doblete de choques con Academia Puerto Cabello y Portuguesa FC.
“Aunque siempre hay cosas por mejorar, el trabajo que han venido haciendo responde a las expectativas del grupo. Más allá de lo apreciativo, los números hablan por sí solos, en la segunda vuelta consiguió el 90% de los puntos. La mentalidad debe ser no cambiar la idea ni el objetivo”, agrega Chacón.
Hoy por hoy, la décima se ve latente en el panorama y quizás la copa se tiña de aurinegro.