El amor no siempre es a primera vista, ¿quién se iba a imaginar que de niño el rider Daniel Dhers odiaba las bicicletas? Pero esta historia es cierta.
El propio atleta le contó a Olympics que cuando tenía cuatro años recibió una bicicleta de regalo y no le gustó para nada.
Pasaron ocho años desde ese momento en el que el padrino le regaló una bicicleta para que naciera ese amor. Ahora Daniel Dhers vuela gracias a las rampas del BMX y de su bicicleta, además tiene en su haber premios tan importantes en el BMX freestyle como cuatro medallas de oro en los XGames y la medalla de oro panamericana de 2019.
“Me acuerdo de que tenía las rueditas de apoyo, rodaba por la calle, me caía, y yo le decía a mi madre que no quería eso. Y ya nunca más vi la bicicleta. Recién cuando tenía 12 años mis amigos por la cuadra comenzaron a montar bici y yo me quedaba solo, así que desempolvé la bicicleta, me escondí para que no vieran aprender, y aprendí».
Ya para ese momento apareció el “Dherscontrol”, aquel niño que recibió de su padrino una bicicleta que no quería era solo un recuerdo.
«Lo complicado después es que yo no quería ir al colegio. Solo quería montar en bicicleta. Y ahí teníamos nuestras guerras. Una vez mi mamá encadenó la bicicleta debajo de un carro para que no montara. Pero ellos siempre me apoyaron, siempre creyeron en mí».
La meta actual de Daniel Dhers a bordo de las bicicletas
Ahora con 38 años y una carrera llena de éxitos apunta a participar por segunda vez en los Juegos Olímpicos en 2024. Recordando que en Tokio 2020 se quedó con la medalla de plata.
La enseñanza que nos deja es que si quieres encaminar a un niño hacia el deporte, pero el regalo no le provoca un grito de alegría, no desesperes. Es posible que toque esperar unos años para que esté agradecido por ello.
