Antonio José Herrera, ahora presidente de los Tiburones de La Guaira, convocó este jueves 24 de noviembre de 2022 a una rueda de prensa en el estadio Universitario. La última vez que se dirigió a los representantes de los medios era vicepresidente y desmintió que el equipo fundado hace sesenta años hubiese sido vendido. Ahora, nueve meses después, reveló que el cambio de manos “se concretó”.
Herrera esperó a que se cumpliera la primera mitad de la temporada 2022-2023 de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional para volver al ruedo. Llevaba casi un año silente. Esta vez tenía mucho qué decir. A la pregunta sobre cuál era el status accionario actual de los Tiburones, el directivo se explayó en la respuesta.
“Aquí no hay secretos”, contestó el abogado y profesor universitario. “Yo les dije a ustedes en febrero que, aunque había varias ofertas, el equipo no había sido vendido; y que, en caso de concretarse alguna de esas ofertas, haríamos todo el trámite legal dentro de los parámetros correspondientes. En efecto, una de esas ofertas se concretó”.
“Para que eso fuese posible tuvimos que llevar a cabo un proceso de reestructuración del equipo porque Francisco Arocha (anteriormente presidente de la institución) y yo estábamos en una sola empresa. Ahora son dos”, continuó Herrera. “Firmé un contrato condicional, que es lo que ocurre en este tipo de cosas. Si se verifica que se cumplen ciertas condiciones, se ejecuta la compra-venta. Como consecuencia de ese proceso yo soy ahora el presidente del equipo y la persona autorizada, en virtud de ese contrato que firmamos Francisco y yo, para conversar sobre el tema”.
Un dueño confidencial para Tiburones de La Guaira
Herrera evitó referirse a la identidad del nuevo propietario. “Firmamos un acuerdo de confidencialidad”, se justificó “Lo que sí puedo decir es que se están cumpliendo todos los protocolos previstos en el caso de un equipo afiliado a Major League Baseball a través del Winter League Agreement”.
Los estatutos de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional establecen que un nuevo socio puede ingresar a la cofradía solo si cuenta con el aval, unánime, de los otros siete clubes participantes. Al consultársele sobre si la entrada de nuevos propietarios gozaba de todos los apoyos necesarios, dijo: “No puedo hablar yo en nombre de la Junta de Equipos que va a decidir sobre la materia. Nosotros no podemos formar parte de la discusión por ser parte involucrada. Por los momentos, tanto Francisco Arocha como yo seguimos siendo propietarios de los Tiburones de La Guaira”. Ambos compararon la divisa en 2004 a los herederos de Pedro Padrón Panza. A lo largo de estos 18 años, los escualos no han logrado poner fin a la sequía de campeonatos que data desde la campaña 1986-1987.
Herrera confía en que, bajo la administración del gerente general César Collins, su mandato pueda legarle una coronación a la historia del bando litoralense. “Las cosas han salido mejor que como se planificaron”, dijo Herrera. “Estamos en la mitad del calendario y ya tenemos más victorias que en toda la temporada anterior. “Los héroes de este renacimiento son los jugadores, que se comprometieron con un proyecto con salarios inferiores a los que se ganan en otros equipos”.