Endy Chávez admitió estar ansioso por comenzar su primera temporada como coach en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional. No será con los Navegantes del Magallanes, su equipo como pelotero durante 19 temporadas en el circuito, sino con los Tiburones de La Guaira, que bajo un nuevo mando en las oficinas, intentarán completar la misión que quedó a medias en la zafra anterior. Con miras a cumplir dicho objetivo, no solo se necesitan mejorías en el terreno de juego, sino también en el enfoque que tiene cada pelotero en la actualidad. Por lo menos así lo considera el exjardinero.
Chávez, quien a sus 45 años de edad servirá como instructor de la primera base con los escualos, sabe que el béisbol venezolano siempre ha estado minado de jugadores con talento y potencial. Sin embargo, muy pocos han tenido la oportunidad de vivir las experiencias del valenciano, tanto en la LVBP como en las Grandes Ligas. Esas vivencias lo hicieron comprender el juego de una manera distinta, con mucho más respeto; y esparcir ese conocimiento será parte fundamental en su estrategia con los jugadores salados.
«El ajuste más importante que debería hacer es acercarme a los peloteros», reconoció Chávez en declaraciones para Sello Deportivo. «La pelota ha cambiado mucho y las actitudes también. Hay que rescatar valores, el respeto hacia el juego, hacia el compañero y rival. Eso se está perdiendo y es lamentable. Esto es béisbol profesional y uno debería actuar como tal. Quiero hacer que se enfoquen más en lo que deben hacer, en lugar de que lo hagan en cosas que no son necesarias», agregó.
Buena primera impresión de Chávez
Tan solo han pasado algunos días desde que Chávez asumió de forma oficial su posición dentro de los litoralenses, pero el extoletero se ha mostrado complacido con lo visto hasta los momentos. Más allá del rendimiento de los jugadores en el minicamp y en el comienzo de las prácticas de pretemporada, el carabobeño rescata el ambiente que ha ayudado a crear el nuevo mánager Edgardo Alfonzo en tiempo récord.
«La química y el ambiente en las prácticas y dentro del clubhouse. Edgardo es una persona bien correcta, a la que los jugadores se le pueden acercar sin problema«, contó. «Siempre hay transparencia y profesionalismo. Sabemos que el talento está ahí, pero toca enseñarles que hay un compromiso y una meta por cumplir. Si logran identificar eso y ejecutar, el equipo va a estar bastante bien».
¿Cómo no bajar los brazos con el peso de una organización que está cerca de cumplir 40 años sin titularse?
«Believe’. Esa es la palabra que estamos utilizando. Creer en nosotros mismos, en que el compañero lo puede hacer y yo lo puedo respaldar. Esa es una clave para un equipo campeón. Soy uno de los que cuando las cosas no están bien, no puedo disfrutar del juego. A mí me gusta ganar y por ende me tienen que ganar, porque no te voy a regalar el juego«, expresó.
Un reto distinto:
A pesar de que esta es la primera ocasión en la que Chávez fungirá como coach en Venezuela, ya tiene experiencia de instructor en los Estados Unidos. No obstante, las ligas invernales son un monstruo completamente diferente y esa es la parte que más entusiasma al exguardabosques.
«No tengo una meta como tal, pero sí proyecciones«, aseguró Chávez. «Quiero seguir evolucionando como coach. Lo he sido por cuatro años en Estados Unidos, pero es la primera vez aquí. En esta liga es diferente, hay más peloteros que ya saben su rutina y eso es lo que vengo a aprender. Cómo trabajar con ellos, cómo tener buenas relaciones con ellos para poder aprender y ayudarlos», cerró.