Hablar de Chris Paul es referirse a un histórico de la NBA. Además, es de los jugadores con IQ para el baloncesto más alto de las últimas dos décadas. Muestra de esto es su adaptación a un nuevo rol en busca de la consagración máxima, y lo que le falta a su carrera: un anillo de campeón.
Una vez llegó a los Phoenix Suns, Paul sabía que no sería la estrella principal y que esta responsabilidad recaería en Devin Booker, jugador franquicia. De hecho, la actitud de juego de CP3 pasó a ser más de segunda guitarra y asistidor que de puntos consistentes.
Por otra parte, la edad juega un papel fundamental en esta etapa del base. Chris Paul, a punto de cumplir 38 años, no tiene el físico para aguantar los 82 de ronda regular a un nivel alto, más cuando lo que importa empieza a partir de la primera ronda de playoffs.
Mejora de Chris Paul desde que está KD
Con la llegada de Kevin Durant, no solo CP3 pasó a ser cuarta opción ofensiva (teniendo por encima también a DeAndre Ayton), sino que mejoró sus porcentajes de acierto en tiros de tres puntos.
Paul promedia 4.4 triples lanzados por encuentro, la cifra más alta desde que está en Phoenix y sólo superado por sus años en Houston cuando compartió con James Harden. Su porcentaje era de 37.5 %, pero han sufrido un repunte cuando comparte pista con KD (40% según PBP Stats).
«Nunca he jugado con tipos que reciban tantas segundas ayudas como ellos (Durant y Booker). Simplemente tengo que tomar esos tiros. Estos partidos son importantes para agarrar ritmo (de cara a playoffs)», comentó Chris Paul.
La nueva, y quizá última, versión de Chris Paul está puesta para ayudar a su equipo, sabiendo que ya no es la pieza fundamental de la ofensiva y que cuenta con suficiente repertorio para descansar, incluso, dentro de la cancha.