En menos de un año pasó de estar 20 día privados de libertad a marcar en una final por la estrella. La redención de Charlis Ortiz. Pensó en el retiro luego de pasar días duros, pero Metropolitanos le dio una segunda oportunidad. El «Tigre» respondió con goles y fue el máximo artillero de los violetas con 10 dianas. Su último gol fue en la final contra Monagas, para llevar el encuentro a los penales.
«Un partido duro y complicado. Monagas es un gran equipo y por algo estaba en la final, pero conseguimos nuestra primera estrella», expuso Ortiz para Sello Deportivo. A lo largo del encuentro tuvo hasta tres ocasiones para abrir el marcador, pero luego de un centro de Carlos Cermeño pudo inflar las redes con un testarazo. «Es lo que uno siempre quiere, que es intentar y finalizar. Me quedaron dos o tres y no podía marcar. En vez de rendirme, decidí insistir para conseguir el gol».
Corazón violeta
En el segundo tiempo se vio un Metropolitanos con mayor templanza, tras una primera parte con Monagas con más control de pelota. «José María (Morr) nos dijo que nos esforzáramos y nos sacrificáramos, que siguiéramos haciendo lo que veníamos haciendo y nos salió bien», confesó. La modificación fue notoria, porque Metropolitanos presionó mejor y controló más la pelota. «Era una final y sabía que tenía que entregarme al máximo».
Cuando se le pidió definir al cuadro capitalino, aseveró: «Nos caracteriza la entrega, el sacrificio, la unión y el compromiso que tenemos cada uno para lograr nuestros objetivos». Ortiz, en un modo muy reflexivo, tuvo otro mensaje: «La vida es seguir esforzándonos, mentalizados. Estar lleno de compromiso conmigo mismo, dar lo mejor».
Doble dígito goleador para Ortiz
Esta fue la cuarta ocasión que Charlis Ortiz llega a 10 o más tanto en un curso. El ansiado doble digito que buscan todos los atacantes. La primera vez fue con Minerven, en el curso 2009-09 que infló las redes en 12 ocasiones. Luego con el Real Esppor, en la 2010-11, llegó la decena de tantos. Su mejor temporada fue la de 2016 con Deportivo Anzoátegui, en donde anido 14 dianas. Seis años después volvió a conseguir buenas cifras y las redondeó con una estrella.
«La satisfacción de saber que tienes que seguir trabajando, esforzándote. Que hay que dejar cosas de lado para conseguir estas cosas bonitas que te da el fútbol», confesó Ortiz. El «Tigre» también pensó en un gran amigo que estaba en la vereda de al frete como Aquiles Ocanto. «Es un hermano, un compañero espectacular. Me tocó ganar a mí, pero le deseo lo mejor siempre», soltó. Ambos alzaron la estrella con Deportivo La Guaira en 2020.
