«No me convencieron. Era venir a Metropolitanos o quedarme sin jugar», confesó Carlos Cermeño, el héroe de la estrella violeta. El monaguense le dio la asistencia a Charlis Ortiz para el 1-1 y luego fue el encargado de anotar el quinto penal, ante el equipo que lo vio nacer. De estar a horas de no iniciar la temporada a llegar al campeón. La vueltas del fútbol hicieron que el año del volante tuvieron un giro de Hollywood.
«Llegué el ultimo día del mercado, el viernes en que cerraba. Había transcurrido tres o cuarto partidos de la liga. Tuve la oportunidad de hacer una mini-pretemporada y ponerme lo mejor que podía físicamente. Luego pude agarrar ritmo con algunos partidos y consolidarme en el once», reveló Cermeño a Sello Deportivo. En la misma línea añadió: «El balance es positivo, se ganaron partidos importantes, como este de la final. Toca celebrar y pensar en el próximo año».
Un final feliz
«Demasiado especial por todo lo que fue el contexto de cómo llegué a este equipo. Me había quedado sin club esperando a un equipo de afuera. Arribé a un grupo trabajador, con un técnico ganador y me da un campeonato bastante hermoso», expresó Cermeño. Sobre las palabras de José María Morr, tras el título, dijo: «Me felicitó. Los penales los veníamos trabajando desde el día uno. No solo yo, todo el equipo. No fue casualidad».
Pero la incertidumbre de su futuro no fue el único momento duro, sino la pérdida de un familiar cercano. Eso derivó en una montaña rusa de sentimientos que desembocó en el llanto con el quinto penal. «Tuve el fallecimiento de mi abuelo, que era una persona bastante importante para mí. Se transformó en un cúmulo de emociones que hoy (domingo) las pudimos sacar a flote. Por eso las lagrimas al final», indicó Cermeño.
Cermeño y su instinto
«La jugada (del gol) es de instinto, vi que hizo el movimiento (Charlis Ortiz) y centré al área. Por fortuna fue un centro bien ejecutado y logró impactar bien, porque le había quedado una y no había podido marcar», analizó Cermeño. Lo que más destaca el oriundo de Monagas fue la fortaleza mental del equipo, tras el tanto de Edanyilber Navas. «Cuando cae el gol de ellos vi al grupo muy concentrado. Pudimos empujar y no agachar la cabeza», aseveró.
¿Su futuro? «Tengo contrato hasta este año. Toca revisar cosas con Juan Carlos (Ferro) y prepararnos bastante fuerte porque la Libertadores es un torneo muy competitivo», cerró Cermeño. En caso de quedarse con el cuadro violeta, cuerpo técnico y directiva desean eso, será su quinta participación en el torneo más importante de clubes de Ámerica.