Brittney Griner, jugadora profesional de baloncesto estadounidense, fue condenada a nueve años de prisión por los cargos de contrabando y posesión de drogas en Rusia, a pesar de los esfuerzos de los abogados defensores y hasta del secretario de Estado, Antony Blinken.
El colegio judicial del Tribunal de la región de Moscú consideró legal la pena dictada contra la deportista estadounidense detenida en febrero pasado con varios cartuchos de aceite de cannabis en su maleta.
Asimismo, informaron que cada día que la jugadora pase en prisión preventiva en Moscú, lugar en el que se encuentra desde hace ocho meses, contará como un día y medio de su pena total. «Por lo demás, la sentencia se mantiene sin cambios», señala el fallo.
Asunto de Estado
El caso de Brittney Griner no escapa de la atención pública y mediática del mundo del baloncesto americano, también llegó a los altos mandos de Estados Unidos.
Joe Biden, presidente de EEUU, pidió la liberación de la jugadora y solicitó hacer todo lo posible para que esto suceda. En agosto pasado el tribunal de Jimki consideró a la deportista «culpable de cometer el delito» estipulado por los artículos 228 y 229.1 del código penal ruso (tenencia y tráfico de drogas).
Además, Antony Blinken, secretario de Estado de Biden, propuso a su colega ruso, Serguéi Lavrov, un intercambio entre Griner y el también estadounidense Paul Whelan, condenado a 16 años por espionaje, por el prisionero conocido como «mercader de la muerte», el ruso Victor But, que cumple 25 años de cárcel en una prisión estadounidense.
Sin embargo, la contrapropuesta del Kremlin no fue aceptada por la Casa Blanca. En la misma, Rusia pidió que se incluyera en el “canje” a Vadím Krásikov, según informó CNN.
Brittney Griner: delito sin intención
La jugadora, quien fuera campeona del mundo y campeona olímpica con la selección americana, manifestó que no tenía mala intención y que reconocía su error, pero estaba en contra de su sentencia.
«Nueve años de cárcel es demasiado (…) y gente que comete crímenes mucho más terribles recibe penas menores. Pido que se revise la sentencia. Lamento mi error. Soy culpable, pero no había mala intención. Espero que el tribunal lo tenga en cuenta», dijo Griner durante su turno de palabra.
Mientras tanto, su equipo de abogados defensores explicaron que no existe intención delictiva en el caso de la estadounidense.
«Consideramos que el Tribunal de Jimki estableció erróneamente la intención delictiva. Griner carecía de esta. Ella aceptó plenamente su culpabilidad y el tribunal consideró sólo parcialmente su reconocimiento de culpa».
En su opinión, el fallo emitido en agosto es injusto y «extraordinariamente severo» debido tanto a la pequeña cantidad de cannabis requisada como a sus logros deportivos y sus actividades humanitarias.