Bob Abreu y 3 razones por las que merece estar en el Salón de la Fama de MLB

Andres Espinoza
Andres Espinoza
The Press of Atlantic City
0
(0)

Bob Abreu jugó en la época equivocada y justamente eso podría costarle su ingreso al Salón de la Fama de las Grandes Ligas. El venezolano no gozó en su carrera de los grandes reconocimientos y cifras redondas que solían comandar las candidaturas de los aspirantes a la inmortalidad que jugaron durante la década de los 90 y los primeros años de los 2000. Con dos invitaciones al Juego de Estrellas, un Guante de Oro, un Bate de Plata y un título de campeón del Derby de Cuadrangulares, es claro que el «Comedulce» era un pelotero destacado, pero quizás, según esa vitrina de distinciones, no lo suficiente para optar a un lugar en Cooperstown.

El exjardinero no ha superado el 20% de los votos en ninguno de sus primeros cuatro años en la boleta electoral y aunque el interés de los votantes por su caso parece cada vez ir en ascenso, sería una real sorpresa que en los siguientes años se produzca un giro de la magnitud necesaria como para que el maracayero pueda transformarse en un serio aspirante al templo. Injusto, indudablemente, en especial cuando se toma en cuenta que Abreu tiene todas las herramientas que hacen a un pelotero en la actualidad tan valioso como pocos.

Un claro ejemplo de ello se esconde en su campaña de 2004, cuando finalizó con línea ofensiva de .301/.428/.544, al mismo tiempo en que se convirtió en el único jugador en la historia de las mayores con por lo menos 75 extrabases, 100 fletadas, 125 boletos y 40 bases robadas en una misma zafra. A pesar de todo eso, en tiempos donde los jonrones y las empujadas tenían mucho mayor peso que cualquier otra estadística, el entonces guardabosques de los Filis de Filadelfia finalizó apenas en la vigésimo tercera posición en la votación para el premio al Jugador Más Valioso.

En base como pocos

Si bien estadísticas como el porcentaje de embasado y los boletos no son las más llamativas a la hora de evaluar una hoja de vida con aspiraciones de inmortalidad, la carta de presentación de Abreu a lo largo de su carrera de 18 años en el mejor béisbol del mundo fue su capacidad, casi incomparable, de llegar a salvo a las almohadillas.

En su trayectoria en la gran carpa (1996-2014), solo Derek Jeter, Alex Rodríguez y Chipper Jones se embasaron en una mayor cantidad de oportunidades que el criollo (3.979). Abreu se ubica en el puesto 49 de todos los tiempos en esa categoría, incluso por encima de leyendas como Tony Gwynn y Tim Raines. Y de los 45 peloteros por delante de él en el listado que han sido elegibles para Cooperstown, 38 tienen su placa en el Salón de la Fama.

Doble amenaza

Abreu nunca fue reconocido como un gran jonronero, ni siquiera después del espectáculo que montó en el Comerica Park de Detroit durante el Festival de Jonrones de 2005. Y hay razones para ello, pues su cifra top de bambinazos en un mismo torneo fue de 31, muy inferior al promedio de los principales sluggers de su época.

Pero una de las grandes cualidades del aragüeño era poder causar daño en el cajón de bateo y luego también en las bases, tal como lo demuestran sus nueve campañas con por lo menos 60 extrabases y 20 almohadillas estafadas. Ningún pelotero lo ha logrado con la misma frecuencia en la historia de las mayores y el único con ocho temporadas de esas características es Barry Bonds.

En su carrera, Abreu registró 288 vuelacercas y 400 bases robadas. Solo otros cuatro jugadores en la historia han logrado esas marcas: Craig Biggio, Rickey Henderson, Barry y su padre Bobby Bonds.

Abreu, de tú a tú con leyendas

Para muchos, puede resultar complejo colocar a Abreu en el mismo pedestal que otras grandes figuras del béisbol como Gwynn e Ichiro Suzuki; sin embargo, la realidad es que varios números importantes del venezolano están por encima de los registrados por ambos.

El expatrullero bateó más del doble de bambinazos que Gwynn, electo al Salón de la Fama en su primera oportunidad en la boleta. También lo superó en OBP, en una comparación entre ambos que es más cerrada de lo que la mayoría puede imaginar.

Con respecto a Suzuki, Abreu está por encima en wOBA (.378 a .328) y wRC+ (129 a 104), entre otras categorías. De hecho, la mejor marca de Ichiro en wRC+ durante una misma temporada es de 131, una cifra que Abreu rebasó siete veces en su trayectoria.

En la actualidad, hay 27 jardineros derechos en Cooperstown y Abreu se posicionaría entre los mejores 10 en OBP, boletos, bases robadas, extrabases y dobles. Su bWAR de 60.2 se ubicaría en la décimo cuarta casilla entre los miembros de ese grupo, dejando atrás a íconos como Vladimir Guerrero (59.5) y Enos Slaughter (57.6).

¿De cuánta utilidad te ha parecido este contenido?

¡Haz clic en una estrella para puntuar!

Promedio de puntuación 0 / 5. Recuento de votos: 0

Hasta ahora, ¡no hay votos!. Sé el primero en puntuar este contenido.

Share This Article